La venta de EON España se ha convertido en la operación del año en el sector energético por varios motivos. Uno, por el hecho de que una empresa alemana decide abandonar el mercado español, dos, porque abre la veda a más movimientos en el mercado y tres porque es un claro síntoma de que la reforma eléctrica ha dejado tocadas a las empresas.
El caso es que el proceso de venta de la filial española del gigante alemán podría quedarse en agua de borrajas. Según fuentes del mercado, EON se está pensando en deshacer el proceso de venta ante las "pobres ofertas" que han recibido por parte de las compañías que se han interesado. Hay que recordar que entre las empresas que han presentado sus ofertas se encuentran Endesa, Gas Natural Fenosa, EDP y Grupo Villar Mir. Además, hay otros fondos de inversión que también han participado en el proceso como KKR, Blackstone o JP Morgan, entre otros.
Estas mismas fuentes aseguran que las ofertas presentadas se han quedado muy por debajo de lo que esperaba EON, y que según sus libros podría estar en el entorno de los 3.000 millones. Las compañías que han lanzado sus ofertas han optado por ir a la baja sabiendo que el mercado español padece una paralización desde hace varios años. Las inversiones han caído estrepitosamente y los recortes impuestos desde el Gobierno han dejado huella en los resultados de las empresas con fuertes caídas de los beneficios.
Aunque la decisión aún no está tomada, en Alemania no ha sentado bien esto y están barajando la opción de romper el proceso y volver a intentarlo más adelante cuando haya algún interés real por los activos de EON España. En la compañía que preside Miguel Antoñanzas guardan silencio, a la espera de una decisión final, mientras tanto siguen trabajando a destajo para mejorar las cifras de negocio.
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