"España no necesita de mecanismos de capacidad para tener garantizado su suministro eléctrico". Esta es la principal conclusión a la que ha llegado el último informe elaborado por la ONG Regulatory Assistance Project (RAP) en el que ha participado la Fundación Renovables titulado Limpio, asequible y fiable: Acertar con la transformación del sistema eléctrico en España.
Dicho informe profundiza en el panorama de adecuación de recursos en España, sugiriendo medidas que el país puede adoptar para conseguir los niveles deseados de fiabilidad a la vez que va aumentando la proporción de renovables en su sistema.
“España tiene la intención de duplicar el porcentaje de energías renovables en el mix eléctrico e ir de un 37% en 2015, aproximadamente, a un 74% en 2030, con la energía solar y eólica encabezando la marcha hacia esos objetivos. Quería averiguar cómo podría el país obtener todos los beneficios de la transición energética y al mismo tiempo mantener un funcionamiento fiable de la electricidad al menor coste posible”, afirma el autor del informe Christos Kolokathis, de RAP.
El informe revela un panorama de adecuación de recursos en España en que el mercado se enfrenta a un problema considerable de sobrecapacidad, que se espera continúe a medio plazo, incluso si se dejan de utilizar recursos anticuados.
El informe señala que aun retirando del sistema eléctrico todo el carbón que falta y la nuclear, unos 12 GW de capacidad, para 2025 continuaría habiendo sobrecapacidad.
"Los resultados muestran que, aun sin ninguna capacidad de energía de carbón ni energía nuclear en el año 2025, se prevé que el mercado español presente un margen de reducción alto, de aproximadamente un 10%. Se espera que los riesgos de adecuación de recursos para el sistema español continúen siendo insignificantes, aunque se retirase una cantidad adicional de 12 GW de capacidad de carbón y energía nuclear (comparado con el supuesto base de ENTSO-E en 2025)", reza el informe.
Según Kolokathis, España no tiene necesidad de mecanismos de remuneración de capacidad para asegurar su suministro eléctrico. Adoptar este tipo de mecanismo prolongaría los problemas de sobrecapacidad y retrasaría el muy necesario retiro de plantas generadoras basadas en combustibles fósiles, a un coste innecesario para el consumidor.
"Las perspectivas de idoneidad de los recursos energéticos existentes demuestran claramente que no hay que intervenir en el mercado a través de un Mecanismo de Remuneración de Capacidad (MRC, CRMs en inglés) para asegurar la seguridad del suministro", dice el informe.
Los generadores de combustibles fósiles, en particular, se han beneficiado sustancialmente de la implementación de los MRCs durante más de una década. Estos mecanismos han retenido plantas de combustibles fósiles en el sistema que eran innecesarias, perjudicando así la eficacia del mercado de energía mayorista y sobrecargando a los consumidores con facturas de electricidad más elevadas.
"La adopción de un MRC, incluyendo cualquier retraso en la eliminación de mecanismos existentes, estaría en oposición al conjunto de medidas Clean Energy for All Europeans (CE4All), recientemente adoptado en Europa. Prolongar innecesariamente el problema de la sobrecapacidad sólo agravaría las distorsiones del mercado", explica el autor.
Mayor flexibilidad
Pero para que se pueda mantener un suministro eléctrico fiable y a la vez retirar a las plantas más contaminantes, es fundamental dotar al mercado español de mayor flexibilidad.
“Mientras el sector energético se va transformando hacia un sistema que se basa cada vez más en las energías renovables variables, el mercado también necesita adaptarse para obtener los beneficios de la transición y al mismo tiempo mantener un funcionamiento fiable de la electricidad al menor coste posible. La flexibilidad será clave para conseguir estos objetivos”, añade Kolokathis.
El sistema eléctrico deberá ser lo suficientemente flexible para abordar la inestabilidad en la carga neta (por ejemplo, cuando existe un cambio rápido en el suministro) a lo largo de diferentes períodos de tiempo. Existen varias formas de conseguir la flexibilidad necesaria en el sistema — una mejora en el diseño de mercado mayorista de energía y servicios de balance, una mayor integración del mercado español en el mercado continental y una función más destacada para el sistema de respuesta a la demanda.
El informe propone estas soluciones para obtener esa flexibilidad:
1.- La prioridad principal para los responsables de la normativa en España debería ser la implementación de una tarificación de precios de escasez para la energía de balance en el mercado eléctrico de ajustes que contribuya a revelar el coste marginal real de la energía. Además, introducir incentivos de ubicación a la hora de fijar precios contribuirá a desarrollar la flexibilidad, estimulará nuevas inversiones donde más necesarias son y ayudará a tratar la congestión de la red de manera asequible.
2.- España continúa siendo uno de los países europeos más aislados eléctricamente, con una interconexión limitada con el resto de Europa continental. Es encomiable que el país haya establecido planes para ampliar su capacidad de interconexión con el resto de Europa a través de Francia. Sin embargo, es importante asegurar que el potencial económico de dicha capacidad se utilice plenamente. Actualmente, las interconexiones están infrautilizadas, y existen muchas posibilidades de mejora en este campo. El país también debería continuar su integración hacia el mercado eléctrico único en todas las franjas horarias.
3.- El potencial para una demanda flexible rentable debería ser mejor explotado, empezando por la eliminación de la producción sobrante y poco económica. Tradicionalmente, los operadores de sistemas pronosticaban la demanda y programaban el suministro para satisfacerla; el reto va a consistir más y más en pronosticar una producción de energía variable y planificar la demanda para reducir costes y minimizar interrupciones. En este contexto nuevo, será importante asegurarse de que el precio minorista variable en el tiempo — un concepto que está relativamente bien desarrollado en el país — dé resultados eficientes, y que el sistema de respuesta a la demanda explícito pueda participar en todos los mercados con una normativa que facilite su desarrollo. España podría también mejorar el diseño de sus tarifas de red para aumentar aún más la flexibilidad rentable en el lado de la demanda.
Consulta previa
Con todo ello, cabe señalar que el Gobierno ha abierto el plazo de consulta pública previa para conocer la visión de los agentes y partes interesadas sobre mecanismos de capacidad en el sistema eléctrico español acordes con el paquete de Energía Limpia de la UE y adaptados al proceso de transición energética, en el que la integración de energías renovables será clave.
Los mecanismos de capacidad que se implementen deben responder a una exigencia real de cobertura de la demanda como resultado de la aplicación de una serie de metodologías aprobadas por la Agencia de Cooperación de Reguladores de la Energía (ACER), y previo estudio de una serie de medidas alternativas definidas en la regulación europea.
Los mecanismos de capacidad a los que se refiere la consulta previa se centran en garantizar la seguridad de suministro, a través de una suficiente cobertura de la demanda, ante los cambios que debe experimentar el sistema energético español para alcanzar los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030.
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