La Comisión Europea ha aprobado este lunes un plan de ayudas de 3.200 millones a un proyecto con el que Bélgica, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Polonia y Suecia en la investigación y la innovación del desarrollo de baterías de iones de litio, según ha informado en un comunicado. Y de España no hay noticias al respecto. Se ha quedado fuera.
Con esta ayuda, los siete Estados miembros pretenden desbloquear 5.000 millones de euros en inversiones privadas en este campo a través de este proyecto, en el que quieren trabajar hasta 2031 y que contará con 17 "participantes directos", provenientes sobre todo del ámbito industrial.
Estas son las empresas dependiendo de su sector:
Los participantes directos podrían recibir hasta aproximadamente 3.200 millones en fondos. Más específicamente, Bélgica ha solicitado la aprobación para otorgar hasta aproximadamente 80 millones; Finlandia hasta aproximadamente 30 millones; Francia hasta aproximadamente 960 millones; Alemania hasta aproximadamente 1.250 millones; Italia hasta aproximadamente 570 millones; Polonia hasta aproximadamente 240 millones y Suecia hasta aproximadamente 50 millones.
No obstante, una parte significativa de las ganancias adicionales obtenidas por los participantes se compartirá con los contribuyentes a través de un mecanismo de recuperación. En otras palabras, si los proyectos resultan exitosos, generando ingresos netos adicionales más allá de las proyecciones, las empresas devolverán parte del dinero del contribuyente recibido a los respectivos Estados miembros.
El Ejecutivo comunitario ha defendido que la alianza persigue actividades "ambiciosas y arriesgadas" en el campo de la investigación y el desarrollo de baterías de iones de litio para innovar en todas las etapas de su cadena de valor: desde la obtención y el procesado de las materias primas hasta el diseño de células y módulos de baterías, su integración en los sistemas inteligentes y su reciclaje.
Bruselas ha destacado que la cadena de valor de las baterías es "estratégica" para el futuro de Europea, en particular con respecto a los avances en una movilidad limpia y baja en emisiones. También ha remarcado que implica "importantes riesgos tecnológicos y financieros" que pueden conducir a "fallos y retrasos significativos".
En consecuencia, ha concluido que las ayudas públicas son "necesarias" para dar "incentivos" a las empresas involucradas para llevar a cabo las inversiones pertinentes. Además, los servicios comunitarios han considerado en su análisis que el proyecto generará "efectos secundarios positivos" en todo el continente.
"La producción de baterías en Europa tiene un interés estratégico para nuestra economía y sociedad por su potencial en términos de movilidad y energía limpias, creación de empleo, sostenibilidad y competitividad", ha subrayado la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, responsable de Competencia y Era Digital.
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