El Parlamento Europeo aprobó ayer, a propuesta del Grupo Socialista, una resolución por la que se insta a Bruselas a establecer unos precios energéticos comunes a todos los países miembros para la industria intensiva en consumo eléctrico.
Con esta medida se pretende acabar con las distintas regulaciones que provocan diferencias en los costes productivos y, por tanto, hace más competitivas a unos países que a otros en el propio mercado interior europeo.
La propuesta inicial se ceñía a la siderurgia, aunque posteriormente se amplió al conjunto de la industria a partir de una enmienda elaborada por los eurodiputados socialistas españoles, entre los que figura el asturiano Jonás Fernández. "En España tenemos el sistema de la interrumpibilidad, mientras que en Alemania, por ejemplo, estas industrias no pagan derechos de peaje, lo que les hace más competitivos que a los españoles", explicó el eurodiputado.
La resolución también incluye que se actualicen las legislaciones medioambiental y laboral para garantizar una competencia justa con otros países. Otra propuesta es redoblar los apoyos a los proyectos de captura de CO2 y a la modernización de plantas industriales.
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