Ha llegado el momento de intentar hacerle sombra a la industria asiática de las baterías de ion-litio, y dejar atrás, muy lejos, a EEUU. Europa sabe que de ello depende el futuro de su potente sector automovilístico, y desde hace dos años los movimientos de los gobiernos nacionales y de la Comisión Europea han sido encaminados hacia la búsqueda de hacerse con un hueco en el esencial mercado de baterías para vehículos eléctricos.
Y así también lo ve Bloomberg New Energy Finance (BNEF) en su último informe. Dice que la capacidad de fabricar baterías en Europa está a punto de comenzar pero de manera meteórica, aunque reconoce que gran parte de la inversión y los conocimientos provienen de empresas asiáticas.
Se veía venir porque los motores ya se estaban calentando. En octubre de 2017 la Comisión Europea, con el vicepresidente energético Maros Sefcovic a la cabeza, lanzó la que se denominó la Alianza de las baterías de la UE, encargada de guiar las inversiones en la cadena de valor de fabricación de baterías que se estima ascienden a 100.000 millones de euros.
De conseguirse esa inversión, podría capturar una demanda de batería estimada de 400 GWh al año para el año 2025 mediante la puesta en marcha de entre 15 y 25 gigafactorías de iones de litio, aunque las declaraciones de la Comisión Europea eran demasiado vagas y no se puede saber si esto podría incluir fábricas de propiedad asiática.
https://elperiodicodelaenergia.com/europa-se-pone-las-pilas-bruselas-lanza-la-alianza-de-las-baterias-para-competir-contra-asia-y-eeuu/
No ha sido el único movimiento que se ha hecho. Detrás de él, las empresas del sector automovilístico y energético también han movido ficha. En enero pasado, Mercedes-Benz anunciaba que iba a producir baterías eléctricas en Polonia, poco después, en marzo, le seguían Volkswagen y la sueca Northvolt con la creación de un consorcio para acelerar el desarrollo de baterías en Europa, y un mes después Daimler iniciaba la transformación de su planta de Untertürkheim (Alemania) en un centro de baterías.
También, EIT InnoEnergy, respaldado por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, realizará una inversión de 7,25 millones de euros para instalar una fábrica que produzca 32 gigavatios-hora-año por la empresa Freyr en Noruega.
Era de esperar. El gobierno alemán ha sido el más rápido en darse cuenta de la necesidad de ponerse las pilas, y nunca mejor dicho, para no dejarse ganar en la carrera por la movilidad del futuro, ya que todo apunta a que serán los vehículos eléctricos las estrellas del sector. De hecho, fue el primero en anunciar la dotación de 1.000 millones a un consorcio para construir una nueva fábrica.
En cuanto Alemania se movió, Francia quiso apuntarse y poco después anunciaron que iban a poner en marcha un proyecto de cooperación común en materia de baterías eléctricas, a través de sus grandes grupos Total y Saft, y para ello iba a aportar 700 millones de euros.
Muy diferente ha sido el gobierno español, que se ha limitado a decir que España tiene que tener sus propias fábricas de baterías si quiere producir coches eléctricos y a tener reuniones con sus homólogos de Industria en las que hubo palabras muy bonitas, pero de dinero o de propuestas concretas nada. En la foto quedaban muy bien.
Así que mientras a nivel político, no hay más que palabras, a nivel empresarial hay mucho movimiento en nuestro país. Hay muchas iniciativas lideradas por grandes eléctricas como Endesa, Viesgo, por centros de investigación como el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) de Valencia, la ICAMCYL (Centro Internacional de Materiales Avanzados y Materias Primas de Castilla y León), la Sociedad de Desarrollo del Gobierno de Navarra (SODENA), la Agencia Andaluza de la Energía, o IK4-IKERLAN, y por empresas, startups e industria en general. Incluso Repsol ha anunciado que entra en el capital del fabricante de baterías eléctricas Ampere Energy.
En Europa, 198 GWh al año para 2023
Por todo ello, para BNEF Europa está preparada para superar a América del Norte en términos de capacidad de fabricación de baterías para 2023, según muestran los analistas, y espera que la capacidad de fabricación de la batería de iones de litio en el Viejo Continente supere los 198 gigavatios-hora al año para 2023, un aumento muy significativo si se toma como referencia los 18 gigavatios-hora al año de la actualidad, y muy alejadas de las cifras de Wood Mackenzie Power & Renewables, que solo prevén que se llegará a los 90 GWh para 2025.
Este crecimiento de más de diez veces en los próximos años debería permitir a Europa superar a América del Norte, que se espera que tenga alrededor de 130 gigavatios-hora al año de capacidad de fabricación para 2023, según la firma analista. "Europa se está alejando de ser un rezagado para acometer grandes cantidades de capital y apoyo estatal", ha dicho Logan Goldie-Scot, jefe de almacenamiento de energía en BNEF.
Además, la estimación del crecimiento de la fabricación de baterías en Europa se considera más segura que la de América del Norte porque esta última depende en gran medida de la suerte de una sola compañía, el fabricante Tesla.
Sin embargo, los analistas confirman que ninguna de las regiones se acercará a la capacidad de fabricación de la batería prevista para China. Se espera que el gigante asiático cuente con alrededor de 800 gigavatios-hora de capacidad de fabricación anual para 2023, o dos tercios de un total global de poco más de 1,2 teravatios-hora, según cifras de la BNEF.
Además, gran parte de la capacidad de fabricación que se está construyendo o planificando actualmente en Europa pertenece a fabricantes chinos y otros asiáticos.
La tecnológica de Amperex de Ningde, en China, por ejemplo, está invirtiendo en una fábrica de baterías de 14 GWh-año en Alemania después de firmar acuerdos de suministro para el vehículo eléctrico con los fabricantes de automóviles alemanes BMW y Volkswagen.
Otro fabricante chino de baterías, Svolt Energy Technology, está planeando crear una base europea con una capacidad de producción de 24 GWh por año para el año 2025. También los surcoreanos quieren hacer su agosto en Europa. Fabricantes como LG Chem, Samsung SDI y SK Innovation planean expandir sus operaciones europeas.
El último jugador surcoreano que se unió a la contienda es el fabricante de automóviles Inzi Controls, que este mes anunció 5,6 millones de dólares de fondos de subvenciones del gobierno húngaro para una instalación de fabricación de baterías de litio-ion que se abrirá en Hungría en 2020.
Reino Unido pierde el tren
Sin embargo, al menos Europa está haciendo los movimientos correctos. En contraste, Reino Unido, que aún enfrenta una considerable incertidumbre sobre su salida de la UE este año, corre el peligro de perder por completo la oportunidad de fabricación de baterías.
Aunque los legisladores británicos han manifestado repetidamente su compromiso con la fabricación de baterías como parte de la estrategia industrial más amplia del país, ha habido poco apoyo práctico más allá de un poco de dinero para un Centro de Industrialización de Baterías del Reino Unido.
En mayo, el Ministro de Negocios e Industria de los Estados Unidos, Andrew Stephenson, anunció una inversión de 28 millones de libras (35 millones) para incorporar a una inversión inicial de 80 millones de libras (100 millones) en el centro, una cantidad ínfima en comparación con las cantidades que se están manejando en Europa para la construcción de gigafactorías.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios