La lucha contra el cambio climático necesita de enormes esfuerzos por parte de todos, administraciones, empresas y consumidores. El objetivo no es otro que descarbonizar la economía para 2050, tal y como se comprometió Europa en el Acuerdo de París.
Para lograr esa descarbonización, el principal esfuerzo vendrá de la mano de la electrificación de la economía. Sin ello, no se podrá conseguir el gran objetivo de reducir las emisiones.
Este importante cambio hacia la electrificación se tiene que dar en sectores de alto consumo energético como el transporte, los edificios y la industria. Este es el principal mensaje que da el último informe de Eurelectric, la gran patronal europea de las eléctricas titulado Vías de Descarbonización.
El estudio cubre el 100% del consumo final de energía de la UE y revela una estrecha conexión entre la electrificación y una descarbonización profunda en el Viejo Continente. Para que la UE alcance una reducción de emisiones del 95% para 2050, la electricidad debe cubrir al menos el 60% del consumo final de energía.
Esto se puede lograr con un crecimiento del 1,5% interanual del uso de electricidad en la UE mientras que al mismo tiempo se reduce el consumo de energía de la UE en un 1,3% por año. Es decir, aumentar el uso pero siendo más eficientes.
"Al aprovechar la rentabilidad de las energías renovables y los desarrollos en el almacenamiento, la electricidad puede conducir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en todos los sectores, lo que hace que la economía de la UE sea más limpia y más competitiva. Las instituciones europeas desempeñan un papel fundamental en la configuración de las políticas en torno a la descarbonización, por lo que deben tomarse medidas urgentes para promover la transición a un escenario de energía más electrificada", dijo Francesco Starace, presidente de Eurelectric y CEO de Enel, durante la presentación del informe en Lujbliana, Eslovenia.
La descarbonización total de la UE para 2050 requeriría una cuota de electrificación del 63% en transporte y edificios respectivamente y del 50% en los procesos industriales. Además, el estudio señala que existen diferentes puntos de partida en los países de la UE -en términos de combinación energética, situación económica y actividades industriales- que requerirán diferentes caminos y nivel de esfuerzos.
En Polonia, por ejemplo, la descarbonización profunda dependerá en gran medida de la disponibilidad comercial de tecnologías clave de transición. es decir, pasar del carbón hacia tecnologías más limpias como las renovables o la nuclear.
"La descarbonización profunda requerirá esfuerzos sin precedentes. Enfoque político en dar forma a una transición justa y dejar
el espacio para los matices regionales será clave para el éxito ", dijo Kristian Ruby, Secretario General de Eurelectric.
En el caso de España, el grado de electrificación tendría que ser del 59%. El informe señala el alto grado de renovables y nuclear para llevar a cabo este cambio.
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