Un nuevo estudio publicado por la organización Ember revela que la Unión Europea podría reducir significativamente su gasto en gas natural si acelera el despliegue de baterías de almacenamiento energético. El informe destaca que para 2030, el ahorro podría ascender a 9.000 millones de euros anuales, aprovechando el excedente de energía solar y eólica generado durante las horas de mayor producción.
La clave, según el estudio titulado "El almacenamiento en baterías está listo para su momento bajo el sol", es el uso de baterías para almacenar la energía generada en momentos de alta disponibilidad de fuentes renovables, particularmente durante el día, y liberarla en horas de menor producción, como la tarde y noche. Esta estrategia permitiría a los países europeos reducir su dependencia del gas para la generación eléctrica en estos periodos.
Excedentes
El informe subraya que, de mantenerse las tendencias actuales, para 2030, la energía solar y eólica podría superar la demanda en 183 TWh, lo que equivale al consumo anual de electricidad de un país del tamaño de Polonia. Sin embargo, la falta de infraestructura para almacenar este excedente implica que gran parte de esta energía no se utilizaría, y los países seguirían dependiendo del gas importado para cubrir sus necesidades energéticas.
Este escenario podría cambiar si se incrementa el almacenamiento en baterías, permitiendo que el excedente de energía renovable generado durante las horas de mayor producción sea utilizado más tarde, reduciendo así el uso de combustibles fósiles. Según Beatrice Petrovich, autora principal del informe, "las baterías pueden ayudar a trasladar la abundancia de energía solar y eólica hacia momentos en los que su demanda es mayor, reduciendo costos y dependencia energética".
Beneficiarios
El estudio destaca a Alemania como uno de los países que más se beneficiaría de un mayor despliegue de baterías. En junio de 2024, si el país hubiera contado con 2 GW adicionales de capacidad de almacenamiento, habría podido evitar 36 GWh de generación de energía a base de combustibles fósiles, lo que se habría traducido en un ahorro de hasta 2,5 millones de euros en compras de gas. Esta cifra subraya la importancia de invertir en infraestructuras que permitan almacenar la energía renovable generada.
Además, entre agosto de 2023 y julio de 2024, nueve países de la UE, entre ellos Países Bajos y Grecia, experimentaron picos de producción solar que superaron el 80% de la demanda eléctrica en algunas horas. En algunos casos, la producción incluso superó la demanda, lo que refleja el potencial desperdiciado sin un sistema eficiente de almacenamiento.
Independencia energética
La rápida expansión de la energía solar y eólica en Europa representa una oportunidad única para reducir la dependencia de combustibles fósiles. No obstante, el informe advierte que sin un despliegue acelerado de soluciones de flexibilidad, como el almacenamiento en baterías, el avance de las renovables podría verse limitado.
Para capitalizar este potencial, la UE necesita remover las barreras regulatorias que impiden el despliegue masivo de baterías, además de implementar políticas que incentiven su instalación junto con proyectos de energía solar.
galan
30/09/2024