Un nuevo estudio del Instituto alemán Frauenhofer ha revelado que Europa tiene un enorme potencial de ahorro de energía. Hasta un 67% del consumo de energía actual podría reducirse en 2050.
La cantidad total de energía que podría ahorrarse en comparación con la "demanda actual" podría ser de unos 8.400 TWh, o la energía suficiente para alimentar a Bélgica durante 17 años.
El objetivo solo se puede alcanzar explotando el potencial técnico-económico completo de las medidas de eficiencia y adoptando nuevas herramientas de carácter social, como la economía compartida, el impulso de los prosumidores, una mayor conciencia de la huella ecológica, una reducción de las desigualdades sociales/pobreza energética, o nuevas formas de financiación, con un público hacia opciones más verdes y eficientes. También se ha tenido en cuenta una mayor calidad de vida con un aumento de la importancia de la salud (por ejemplo, calidad del aire, ruido, calor), una gobernanza municipal que busque soluciones al desafío global en las ciudades, y una aceptación que la tendencia mundial se dirige a que una mayor parte de la población vivirá en ciudades.
Para evaluar el impacto de estas nuevas herramientas, Fraunhofer ISI llevó a cabo una extensa revisión de la investigación y las publicaciones disponibles. Se encontraron pocos estudios que proporcionen datos relevantes con suficiente claridad sobre sus expectativas pero algunos proporcionaron hallazgos cualitativos. Por ello, el instituto alemán realizó estimaciones con expertos para cuantificarlos. Las estimaciones se realizaron bajo parámetros conservadores, para no sobreestimar los impactos de estas tendencias.
Por ejemplo, en el caso de la edificación, para alcanzar una eficiencia óptima se valoró la domótica y la interconexión de electrodomésticos, lo que reduciría la demanda energética (digitalización: factor 0,95 en calefacción y refrigeración y 0,79 en electrodomésticos). También la generación descentralizada de electricidad elevará la conciencia del valor de la energía y con una mayor eficiencia del uso del espacio, no solo mejorará la calidad de vida sino que se reducirá el consumo energético.
El famoso instituto de investigación alemán realizó el estudio bajo tres posibles escenarios.
En el primer escenario, la UE podría alcanzar un ahorro energético final del 51% eliminando las barreras técnicas y económicas. Este escenario sigue rigurosamente el principio de "ahorro de energía". Las inversiones en eficiencia energética, que son más baratas que producir energía renovable, se priorizan sobre cualquier otra medida.
Un segundo escenario va un paso más allá e incluye la implementación de una serie de nuevas tecnologías. Estos incluyen la digitalización de la economía y los hogares, los vehículos autónomos, la economía compartida, un cambio en la industria para que genere con tecnologías bajas en carbono, la economía circular y el uso de materiales de manera más eficiente.
Dependiendo de cómo se manejen las tendencias, en realidad podrían generar menos ahorros de energía. En el Escenario 2, solo se utiliza un 32% menos de energía en comparación con cómo se hace actualmente. Esto se debe a que una mayor conectividad y la automatización de los dispositivos llevan a un mayor uso de energía. En una economía circular, los procesos de reciclaje también podrían utilizar un mayor uso de energía. En el transporte, la eficiencia tecnológica podría desaparecer, ya que se da por supuesto que las personas viajarán más en el futuro.
Sin embargo, si se adoptan inteligentemente esas tecnologías, se puede lograr impresionantes ahorros de energía. Y eso es lo que ocurre en un tercer escenario: con una urbanización más inteligente se pude producir un uso más eficiente del espacio. La energía renovable descentralizada tiene un precio variable pero estimularía el ahorro de energía. Las economías circulares y compartidas reducen la demanda de los productos intensivos en energía. Finalmente, se ahorra energía a medida que las personas cambian de automóviles privados a bicicletas y al transporte público. Es en este escenario que la UE podría utilizar un 67% menos de energía que en una situación de "business as usual".
Dabama
07/03/2019