Petróleo & Gas

La exministra austríaca de Exteriores también abandona el consejo de Rosneft

Como ya hizo el excanciller alemán Gerhard Schröder

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La exministra austríaca de Exteriores Karin Kneissl, quien había invitado en 2018 a su boda al presidente ruso, Vladímir Putin, abandonará también el consejo de administración de la mayor petrolera rusa, Rosneft, como ya hizo el excanciller alemán Gerhard Schröder.

La compañía informó hoy sobre la "renuncia" al cargo de Kneissl, jefa de la diplomacia austríaca entre 2017 y 2019, decisión que se hizo efectiva el pasado viernes, según un comunicado.

"La compañía agradece a Karin Kneissl el trabajo conjunto durante los últimos diez meses, que se han caracterizado por una difícil situación internacional y de pandemia", indicó Rosneft.

La política austríaca estaba en el consejo de administración de Rosneft como consejera independiente desde junio de 2021 y, según la petrolera, no poseía acciones en la empresa.

El consejo de Rosneft

La renuncia de Kneissl sigue a la de Schröder, quien abandonó el viernes pasado la presidencia del consejo de administración de Rosneft tras haber sido muy criticado en su país por no romper sus vínculos con Rusia por la campaña militar de ese país en Ucrania.

También renunció ese día a la vicepresidencia del consejo de Rosneft Matthias Warnig, de nacionalidad alemana y hasta ahora director ejecutivo de Nord Stream 2 AG, gestora del polémico segundo gasoducto que iba a transportar gas ruso directamente a Alemania por el fondo del mar Báltico y que fue paralizado por el actual Gobierno germano por la guerra en Ucrania.

Todo ello después de que el Parlamento Europeo (PE) abogara el jueves pasado por que se sancione a los políticos europeos que forman parte de las principales empresas rusas y siguen recibiendo dinero de ellas.

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Schröder abandonó Rosneft además un día después de que la comisión presupuestaria del Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán) decidiera retirarle algunos privilegios derivados de su anterior cargo.

La exministra austríaca se convirtió en blanco de todas las miradas tras invitar a Putin a su boda en agosto de 2018 y bailar con el jefe del Kremlin.

Según dijo en marzo pasado el diario austríaco Kronen Zeitung, Putin le habría regalado unos pendientes valorados en 50.000 euros como regalo de boda.

Tras salir del Gobierno, Kneissl trabajó como analista para la televisión oficialista rusa RT, el brazo propagandístico del Kremlin en el exterior, además de sumarse al consejo de Rosneft.

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