La empresa castellonense Facsa ha trabajado en los dos últimos años en el desarrollo de Bioedaria, un proyecto que persigue transformar el proceso convencional de tratamiento de los lodos de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) en una biorrefinería capaz de generar productos como biopolímeros, biogás y biofertilizantes.
Según un comunicado de Facsa, el proyecto ha contado con la financiación de la Agencia Valenciana de Innovación (AVI), así como con la colaboración del Centro Tecnológico AINIA y de la entidad pública de Saneamiento de Aguas Residuales de la Comunitat Valenciana (EPSAR), que ha permitido la instalación de la planta piloto Bioedaria en sus instalaciones de la EDAR de Alcoi (Alicante).
Gracias a la tecnología de Bioedaria se ha logrado obtener hasta un 30% de polihidroxialcanoatos (PHAs) y un 14 % de polifosfatos (Poly-P) a partir de un residuo complejo como son los fangos de depuradora.
De esta forma, además de favorecer el tratamiento sostenible de las aguas residuales, la iniciativa ha contribuido a promover un modelo de gestión de economía circular en el entorno de las EDAR, para valorizar y dar una segunda vida a los residuos, reduciendo al máximo la fracción que termina en los vertederos, han indicado las mismas fuentes.
Por su parte, los biopolímeros polihidroxialcanoatos, tras ser extraídos pueden ser empleados como bioplásticos biodegradables y biocompatibles producidos a partir de una fuente renovable, mientras que los biopolímeros polifosfatos resultan de gran utilidad para la industria agroalimentaria, donde pueden ser empleados como fertilizante en suelos pobres en fosfatos.
En el proyecto se han desarrollado distintos bioprocesos para la valorización de los lodos como a digestión anaerobia en dos fases para la producción de ácidos grasos volátiles (AGVs) y biogás; la producción de biopolímeros (PHAs o Poly-P) con cultivos mixtos a partir de los AGVs; y la producción de biofertilizantes mediante el cultivo de microalgas.
En este sentido, el gran reto ha consistido en lograr producir de manera simultánea Poly-P y PHAs con cultivos mixtos, una tecnología que no ha sido estudiada con profundidad anteriormente y que el equipo de Bioedaria quería utilizar para transformar los AGVs en PHAs, así como para recuperar los fosfatos presentes en las aguas residuales en forma de Poly-P de manera conjunta.
Hasta ahora la mayor parte de trabajos llevaban a cabo la producción de cada biopolímero de manera independiente, pero Bioedaria ha logrado la coproducción simultánea, reduciendo así los costes de producción y optimizando el proceso para obtener más productos en una única etapa, han concluido desde Facsa.
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