El Gobierno pretende sellar en la cumbre con Marruecos que se celebrará el 1 y 2 de febrero en Rabat una relación sin precedentes hasta ahora con este país que lleve a sus cotas más altas la complicidad y colaboración en todos los ámbitos, entre ellos el comercial, migratorio o de seguridad.
De "histórica" califica el Ejecutivo esa cita a la que Sánchez acudirá junto a doce de sus ministros, ninguno de ellos de Unidas Podemos ante la negativa de esta parte de la coalición a participar por sus críticas al país vecino y por su rechazo a la nueva posición española sobre el Sáhara Occidental.
Esta nueva posición se hizo pública en la carta que Sánchez envió al rey Mohamed VI en la que consideraba que la propuesta de autonomía presentada en 2007 por Marruecos ante el conflicto del Sáhara era la base "más seria, creíble y realista" para resolver el problema.
La misiva abrió una nueva etapa que se encauzó en la reunión de Sánchez con el rey marroquí en abril del año pasado y que se espera consolidar en la Reunión de Alto Nivel (RAN) de Rabat, una cita que no se celebra desde hace casi ocho años.
Las relaciones con Marruecos
En la capital marroquí se firmarán una veintena de acuerdos entre los ministros de las diversas áreas.
Por parte española acudirán junto al jefe del Gobierno sus vicepresidentas primera y tercera, Nadia Calviño, y Teresa Ribera, por lo que Yolanda Díaz quedará como máxima responsable del Ejecutivo en España durante los dos días de la cumbre.
Aún se están ultimando detalles de algunos de los acuerdos que se firmarán así como de una declaración conjunta que desde el Gobierno se asegura que supondrá la plena normalización de las relaciones y el fin definitivo de las crisis periódicas entre los dos países.
La última de ellas fue a cuenta de la hospitalización en España y bajo identidad falsa del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que fue respondida por Marruecos con una llegada masiva de migrantes irregulares a Ceuta sin que las fuerzas de seguridad de este país hicieran nada por evitarlo.
Fuentes españolas subrayan que ninguno de los dos países ni la Unión Europea pueden permitirse desavenencias en sus relaciones y por ello creen que la RAN será buena para todas las partes.
La reunión llega sin embargo después de que el Parlamento Europeo aprobase una resolución que pide a Marruecos respetar la libertad de expresión y liberar a periodistas condenados a la vez que reclama restringir el acceso a la Eurocámara de representantes marroquíes mientras se investiga el caso de corrupción "Catargate", en el que presuntamente estaría implicado el país magrebí.
Los eurodiputados socialistas españoles, con el aval de Sánchez, votaron en contra de esa resolución.
Entre la veintena de acuerdos que se suscribirán, uno de ellos alumbra un nuevo protocolo financiero para facilitar las inversiones españolas en Marruecos.
Aún está pendiente si podrá cerrarse el anuncio de un Instituto Cervantes en el Aaiún.
Ceuta y Melilla
Lo que sí se asegura el Ejecutivo es que se avanzará en el calendario para la apertura de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla después de que el pasado viernes hubiera pruebas piloto para su establecimiento.
Será la primera vez que habrá una aduana comercial en Ceuta, y la de Melilla se reabrirá después de que Marruecos la cerrara de forma unilateral en agosto de 2018.
El objetivo es que haya un tráfico ordenado y gradual y acabar con el comercio atípico que el Gobierno afirma que no conviene a ninguno de los dos países.
La situación en el Sahel, la colaboración en materia de seguridad y en especial en la lucha antiterrorista, y la cooperación ante la inmigración ilegal serán asuntos presentes en la reunión.
En ese contexto, el Ejecutivo destaca que se ha reducido en un 31% las llegadas irregulares a España procedentes de Marruecos en el último año y que la colaboración entre las fuerzas de seguridad de los dos países ha permitido 279 operaciones antiterroristas en diez años con la detención de 497 personas susceptibles de perpetrar atentados.
El compromiso en la lucha contra el terrorismo yihadista se renovará una semana después de que un joven marroquí que tenía una orden de expulsión de España asesinase al sacristán de una iglesia de Algeciras e hiriese a otras cuatro personas en un acto que el juez vincula con el salafismo yihadista.
La RAN se concentrará en la jornada del jueves, 2 de febrero, pero la víspera habrá un foro empresarial de los dos países que clausurarán Sánchez y su homólogo marroquí, Aziz Ajanuch.
Desde el Gobierno se remite a la Casa Real marroquí ante la posibilidad de que durante su estancia en Rabat, Sánchez sea recibido por Mohamed VI.
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