Política energética

Gran Bretaña desplaza de su mix el 30% de generación con combustibles fósiles en solo nueve años

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Hace nueve años, Gran Bretaña generaba casi el 75% de su electricidad utilizando gas natural y carbón. En 2018, la proporción se redujo a menos del 45%, una transición que ha alejado notoriamente al país de los combustibles fósiles en menos de una década.

A medida que mejoró la eficiencia energética, la demanda disminuyó y el Reino Unido generó menos electricidad que en ningún otro momento desde 1994. Grant Wilson, profesor de Ingeniería Química en la Universidad de Birmingham, e Iain Staffell, profesor de Energía Sostenible en el Imperial College London, han realizado un análisis sobre el año eléctrico del Reino Unido en el portal The Conversation, en el que destacan algunos aspectos relevantes que reflejan la buena velocidad de crucero de la transición energética británica.

En primer término, los autores hacen hincapié en que, en 2018, Gran Bretaña estuvo libre de carbón durante un espacio de tiempo récord de 1.898 horas. La generación de carbón cayó por sexto año consecutivo, y el país ahora tiene períodos sustanciales sin energía de carbón (el tramo más largo fue de tres días seguidos).

A modo de comparación, el 5% de la electricidad generada a partir de carbón es una cuota similar al de la suma de energía solar e hidráulica.  La eólica aumentó su producción al 17% del total, y combinado con la energía solar, estas dos fuentes renovables generaron más electricidad que la nuclear, otro hito importante.

Sin embargo, los bajos niveles de generación de carbón promediados a lo largo del año ocultan su importancia en momentos en que la demanda eléctrica es particularmente alta.

Por ejemplo, durante la ola de frío de febrero de 2018, el sistema de gas experimentó un estrés importante y el carbón tuvo que intervenir para proporcionar casi una cuarta parte de la electricidad de Gran Bretaña. Como la generación de carbón tiene los días contados, ya que está programado que se elimine por completo en 2025, el sistema eléctrico deberá continuar buscando fuentes de energía alternativas para hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos.

El análisis muestra que la generación renovable anual ha aumentado en 27 teravatios hora (TWh) a lo largo de los tres años desde 2015. Esto es particularmente importante si se considera que la planta nuclear Hinkley Point C producirá una cantidad anual similar de electricidad, pero tardará tres veces más tiempo en construirse.

¿Y qué pasará en la próxima década? ¿Podría Gran Bretaña repetir su exitosa transición desde 2010 y reducir su generación de carbón y gas natural en otros 30 puntos porcentuales? Bajo este escenario, el país generaría solo una sexta parte de su electricidad a partir de combustibles fósiles.

Wilson considera que es posible, pero también que la próxima década será más desafiante por dos razones principales: se espera que la demanda de electricidad aumente en lugar de disminuir, y la incorporación de niveles cada vez mayores de generación variable renovable requerirá una flexibilidad adicional.

Para lograr esto, la nueva generación renovable tendrá que reemplazar un estimado de 100 TWh por año (unos cuatro Hinkley Point Cs) de los combustibles fósiles. Eso requeriría un programa de construcción que fuera un 50% mayor que en los nueve años anteriores.

En particular, dado el desarrollo continuo de la energía eólica marina, esto parece difícil pero alcanzable. Los precios de la energía solar y eólica siguen cayendo, lo que ayudará. De hecho, el secretario de Negocios y Energía del Reino Unido, Greg Clarke, dijo recientemente que "parece probable que para mediados de 2020, la energía verde sea la más barata y no necesite subsidios”

Sin embargo, en algún momento de la próxima década, la demanda eléctrica dejará de disminuir a medida que los vehículos eléctricos ganen cuota y la calefacción eléctrica penetre más en los hogares británicos. Si todos los coches fueran eléctricos, la demanda eléctrica total aumentaría en un cuarto (más de 80 TWh). Es decir, los vehículos necesitarían la producción eléctrica equivalente a la de tres Hinkley Point C para cargarlos durante el año.

Este es también un nivel similar a la generación actual de las energías renovables. El Reino Unido también debe considerar cómo cubrir la brecha que se perdería debido a los impuestos sobre el combustible, que se prevé que aumentará alrededor de 28.000 millones de libras este año.

Si la carga de estos vehículos aumenta la demanda eléctrica en las horas punta, habría nuevos costos sustanciales de infraestructura (más torres, subestaciones eléctricas más fuertes). Si Gran Bretaña adopta un sistema más inteligente, las flotas de vehículos eléctricos podrían proporcionar soporte de red cambiando sus tiempos de carga o incluso proporcionando electricidad a la red.

Esto podría proporcionar una nueva forma masiva de flexibilidad que se necesita para adaptarse a mayores niveles de generación renovable dependiente del clima. Sin embargo, esta no es una tarea fácil y necesita una mejor comunicación entre el vehículo, el propietario y las compañías eléctricas.

En general, en 2018 se registró un progreso constante en la generación de bajas emisiones de carbono. Mirando a 2019, con más capacidad de renovables instalada, es posible que la energía solar pueda superar al carbón, y las energías renovables podrían generar más que la nuclear todos los meses. También podrían generar más electricidad que carbón y gas juntos  durante un mes por primera vez. Si algo de esto sucede, será otro indicio de la velocidad a la que está cambiando el sistema eléctrico de Gran Bretaña.

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