El uso de carbón y las emisiones de la generación de energía en Asia aumentarán en las próximas décadas a menos que haya un nuevo suministro significativo de gas natural licuado (GNL) de EEUU, según un nuevo estudio de la empresa de datos y análisis Wood Mackenzie.
Wood Mackenzie prevé que la demanda de GNL en Asia crezca de 270 millones de toneladas anuales en 2024 a 510 millones en 2050
El estudio, encargado por la Asociación de Gas Natural y Energía de Asia (ANGEA), modeliza la demanda de energía, la generación de electricidad y las implicaciones de la demanda de gas para los países asiáticos hasta 2050.
El estudio concluye que el crecimiento continuado de la producción de GNL de EEUU, el mayor exportador mundial, es esencial para equilibrar los mercados mundiales y ofrecer a los países emergentes de Asia una alternativa asequible y disponible al carbón, que emite mucho más y es actualmente la fuente de electricidad dominante en la región.
Wood Mackenzie prevé que la demanda de GNL en Asia crezca de 270 millones de toneladas anuales en 2024 a 510 millones en 2050, impulsando el crecimiento económico y demográfico de las economías emergentes y contribuyendo a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, junto con la inversión en energías renovables.
Asia depende de las importaciones de GNL
Sin recursos para autoabastecerse, Asia debe depender de las importaciones de GNL para satisfacer sus necesidades de gas natural.
“Wood Mackenzie ha modelizado dos escenarios: uno en el que la actual paralización de las autorizaciones de exportación de GNL de EEUU a países con los que no existe un acuerdo de libre comercio se levanta a principios de 2025 y otro en el que esta “pausa” se mantiene a más largo plazo”, declaró Paul Everingham, consejero delegado de ANGEA.
“Si se levanta la pausa y se reanudan las aprobaciones y el desarrollo de instalaciones de exportación, se espera que el GNL estadounidense represente un tercio del suministro mundial en 2035. Pero si esto continúa y los proyectos de GNL planificados y propuestos en Estados Unidos no se desarrollan, existe el riesgo de que los desarrollos de GNL en otras regiones no puedan seguir el ritmo del crecimiento previsto de la demanda”, añadió.
El estudio demuestra que, si bien se prevé que habrá un suministro considerable de GNL en los mercados mundiales durante la segunda mitad de esta década, existe una fuerte incertidumbre sobre la década de 2030 y más allá, y esto está afectando la planificación energética en Asia.
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