La variedad de tecnologías de almacenamiento es grande, pero la propuesta de la startup canadiense Hydrostor es más original y acaba de anunciar hace unos días la puesta en marcha del primer sistema de almacenamiento de energía submarino de aire comprimido del mundo en el lago Ontario, frente a la isla de Toronto, para poder disponer de la energía en los picos de la demanda.
A tres kilómetros de la Isla de Toronto, en Canadá, y sumergidos a 55 metros de profundidad, se ha puesto en marcha un proyecto para la generación y conservación de energía limpia, almacenándola en globos de aire comprimido.
La idea es sencilla. La instalación submarina se encuentra conectada a una central en la Isla, allí, el exceso de energía se transforma en aire comprimido que se bombea a los globos bajo el agua, unos globos similares a los que se utilizan para reflotar barcos.
El aire comprimido permanece allí, preparado y listo para utilizarse en las horas pico de la demanda eléctrica. En ese momento, el sistema aprovecha la misma presión bajo el agua para mandar el aire comprimido de los globos de nuevo a la superficie. En la central, el aire pone en marcha un equipo de turbinas que vuelven a generar la energía y la mandan de nuevo a la red.
En principio se almacena energía sobrante, pero también está ideado para poder almacenar energía limpia procedente de instalaciones solares o eólicas. Es decir, actuando como una batería gigante submarina, más limpia y respetuosa con el medio ambiente.
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