Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 1.410,5 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa una caída del 7,1% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior debido a la ausencia de extraordinarios, informó la compañía.
Durante el pasado ejercicio la energética registró 442 millones de euros de partidas extraordinarias positivas después de impuestos correspondientes a la operación de fusión de Siemens Gamesa y a la revisión efectuada de los precios de la cartera de contratos de gas en España. Asimismo, en este semestre ha registrado un impacto negativo en el beneficio de 69 millones de euros por la evolución de los tipos de cambio.
Así, el beneficio neto ordinario, excluyendo los extraordinarios, fue de 1.367,7 millones de euros en el primer semestre, un 27% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
El periodo de enero a junio para la energética ha estado marcado por la buena marcha del negocio internacional, debido a los retornos crecientes de los 20.000 millones de euros invertidos en los últimos cinco años, así como por la mayor eficiencia y la normalización de las condiciones operativas en los mercados de referencia.
Los ingresos de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán en el periodo de enero a junio ascendieron a 17.586,6 millones de euros, un 17,5% más que en el mismo periodo del año anterior.
Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo se ha incrementado un 17,1% hasta alcanzar los 4.435,9 millones de euros. Si se excluye el efecto del tipo de cambio, con un efecto negativo de 260 millones de euros, el aumento es del 24%.
Además, el Ebitda muestra una evolución positiva en todos los negocios. Así, en la área de Renovables se incrementa un 25,5% hasta los 1.184,1 millones de euros; en la de Redes, un 20,7% hasta los 2.387,8 millones de euros; y en Generación y Clientes, un 1,7% hasta los 877,6 millones de euros.
Iberdrola, de acuerdo con la evolución de este primer semestre del año, ha reafirmado sus previsiones para 2018, en el que prevé un Ebitda de más de 9.000 millones de euros y un beneficio neto de unos 3.000 millones de euros.
Las inversiones del grupo hasta junio alcanzaron los 2.478 millones de euros. Un 42% de este importe se destinó a Redes, un 36%, a Renovables y un 22%, a Generación y Clientes, en línea con la estrategia del grupo de centrarse en negocios regulados y con retornos predecibles.
Por su parte, los fondos generados en operaciones ('cash flow') del grupo ascendieron a 3.493,5 millones de euros, un 5,6% más frente a junio de 2017. Si se excluye el dividendo extraordinario de Gamesa de 198 millones de euros recibido en efectivo en el pasado ejercicio, el aumento homogéneo es del 12,3%.
DEUDA A 34.000 MILLONES POR CONSOLIDACIÓN DE NEOENERGIA
Mientras, la deuda neta del grupo se sitúa a cierre de este primer semestre en 34.037 millones de euros, frente a los 29.474 millones de euros de junio de 2017. Este incremento se debe, fundamentalmente, por la consolidación de Neoenergia en Brasil, que aporta más de 2.600 millones de euros de deuda, y por las inversiones realizadas en el periodo.
Entre enero y junio, Iberdrola ha instalado 423 nuevos megavatios (MW) de capacidad renovable. Para la segunda parte del año, la empresa prevé poner en marcha 2.326 MW adicionales, de los cuales 537 MW son renovables y 1.789 MW corresponden a ciclos combinados en México.
NUEVA FINANCIACIÓN POR 11.800 MILLONES
Asimismo, durante el primer semestre el grupo ha logrado nueva financiación y líneas de crédito por valor de 11.800 millones de euros: 4.450 millones de euros de financiación y 5.300 millones de euros y 2.500 millones de dólares (unos 2.140 millones de euros) en créditos ligados a criterios de sostenibilidad, importe que corresponde a la primera línea de crédito sostenible suscrita por la filial Avangrid. De este modo, el 23% del pasivo de Iberdrola ya es 'verde' y el 75% de las líneas de crédito está ligado a criterios de sostenibilidad.
Los resultados de la energética se vieron consolidados por el buen comportamiento de sus filiales. Así, la filial estadounidense Avangrid, de la que el grupo controla un 81,5% del capital, logró un beneficio neto de 371 millones de dólares (unos 318 millones de euros), mientras que las ganancias de la brasileña Neoenergia fueron de 671 millones de reales brasileños (unos 152 millones de euros).
Asimismo, Iberdrola ha continuado avanzando en el cumplimiento de sus perspectivas estratégicas 2018-2022 con proyectos como NECEC, para ejecutar la interconexión entre Canadá y Massachusetts, o avances en la eólica marina como la adjudicación de 486 nuevos MW en el mar Báltico alemán y 800 MW en Estados Unidos para desarrollar en la costa de Massachusetts a través de la sociedad Vineyard Wind, entre otros.
El plan de inversiones de la compañía, que contempla 32.000 millones de euros entre 2018 y 2022, avanza, por tanto, según lo comprometido, con un 86% del total ya en construcción o asegurado. Los negocios de Redes (con un total de 15.000 millones de euros) y Renovables (con un total de 12.000 millones de euros) alcanzan ya el 90% de las inversiones previstas en febrero de este ejercicio.
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