Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.804 millones de euros en 2017, un 3,7% superior al de un año antes, según ha informado este miércoles la eléctrica, que propondrá en su próxima junta de accionistas un dividendo total para el ejercicio de 0,32 euros brutos por acción, un 3,2% más que en 2016.
La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha achacado el crecimiento del beneficio a los negocios de Redes, principalmente en Estados Unidos, y Renovables, así como a la integración desde septiembre de Neoenergia en Brasil, y a pesar del pobre comportamiento de la generación en España por el fuerte impacto de la sequía.
En concreto, los resultados de 2017 del grupo se vieron afectados por una serie de impactos no recurrentes tanto negativos como positivos, con un impacto conjunto en el beneficio neto de 1.455 millones de euros y 1.544 millones de euros, respectivamente.
Dentro de los positivos, destacó la reforma fiscal en Estados Unidos, anunciada el pasado mes de diciembre, que supuso un impacto neto positivo de 1.284 millones de euros, que la compañía ha destinado casi en su totalidad a provisiones y ajustes de valor de ciertos activos, principalmente al saneamiento del negocio de gas en Estados Unidos. lo que ha reforzado su perfil de negocio.
Además, el grupo registró un extraordinario en 2017 de la operación de fusión de Gamesa con Siemens en la primera mitad del año que aportó 251 millones de euros al beneficio neto.
Entre los negativos, sobresalen el impacto por las condiciones meteorológicas en España, así como el negocio en Reino Unido, la discontinuación de la actividad de Iberdrola Ingeniería, cuyos resultados pasan a reportarse en la línea de sociedades por el método de participación, que han arrojado pérdidas de más de 200 millones de euros.
Asimismo, las tormentas en Estados Unidos afectaron en 109 millones de euros y el impacto del tipo de cambio supuso un saldo negativo de 186,4 millones de euros a nivel de Ebitda.
EL EBITDA CAE UN 7,8%.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía se situó a cierre de 2017 en los 7.318,7 millones de euros, lo que supone una caída del 7,8%, lastrado especialmente por el efecto negativo de las condiciones meteorológicas en España y la evolución del negocio liberalizado del Reino Unido.
Por negocios, el Ebitda de Redes aumentó un 3,6%, hasta 4.228 millones de euros, y el de Renovables creció un 6,1%, hasta 1.592 millones de euros.
Sin embargo, el área de Generación y Clientes, lo redujo un 29%, hasta 1.601 millones de euros, debido a la escasa producción hidroeléctrica en España por efecto de la sequía, así como a los menores márgenes y mayores gastos por obligaciones gubernamentales en Reino Unido.
En 2017, las inversiones alcanzaron los 5.891 millones de euros, un 38% por encima de las de 2016, que se centraron en los negocios regulado, de energías renovables y de generación mediante contratos a largo plazo. Un 72% del total se destinó a crecimiento.
El año pasado, la filial de Iberdrola en Estados Unidos (Avangrid) aumentó su beneficio neto ajustado un 6%, hasta los 682 millones de dólares (553,8 millones de euros).
PROPONDRÁ UN DIVIDENDO DE 0,32 EUROS POR ACCIÓN.
La compañía propondrá a la junta general de accionistas, convocada para el próximo 13 de abril, una remuneración anual con cargo a 2017 de 0,32 euros brutos por acción, un 3,2% más que en 2016.
En concreto, la energética dará una remuneración complementaria con cargo al ejercicio 2017 de hasta 0,18 euros brutos por acción, que se añade a los 0,14 euros brutos por acción abonados el pasado mes de enero en concepto de dividendo a cuenta de los resultados de 2017.
Por otra parte, la deuda financiera neta ajustada del grupo se situó a cierre de 2017 en los 32.856 millones de euros, principalmente por la integración de Neoenergia y de las inversiones acometidas en el ejercicio. El apalancamiento financiero ajustado aumenta hasta el 43,4%, respecto al 42% a 31 de diciembre de 2016.
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