La inversión actual en la producción de combustible sostenible sólo cubrirá el 20 % de la demanda procedente de la aviación prevista para 2050, según el último informe de la consultora Bain & Company, que concluye que mejorar la eficiencia en el uso es el mejor enfoque para reducir las emisiones.
El trabajo, publicado este miércoles, reconoce que habrá retos importantes que harán que sea poco probable que se cumplan los objetivos de la industria de la aviación, y advierte de que la búsqueda de tales metas podría repercutir en el coste de este transporte.
Actualmente, señala, las tres principales tecnologías para reducir las emisiones -combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés), hidrógeno y propulsión totalmente eléctrica- tienen "ciertos obstáculos".
El futuro del combustible sostenible
De acuerdo con el informe, el SAF es "prometedor", pero su cantidad es limitada y se prevé que el precio sea elevado, y el hidrógeno ecológico y la propulsión eléctrica pueden convertirse en "alternativas viables" al combustible JET A para los aviones más pequeños en 2050, pero no para la mayoría de los vuelos comerciales.
"Las tres alternativas requerirán billones de dólares en inversiones combinadas de I+D y fuentes de energía renovables", sostiene el codirector de Servicios aeroespaciales, de defensa y gubernamentales de Bain & Company, Jim Harris.








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