Investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) han desarrollado un nuevo tipo de célula solar, formada por minúsculas antenas de nanocables que recogen la radiación solar, capaz de aprovechar más espectro que las células solares convencionales y que podría utilizarse para suministrar energía a satélites espaciales.
La nueva tecnología se une a un creciente número de proyectos diseñados para aprovechar la energía solar en el espacio, algunos de los cuales, en un movimiento que suena más a ciencia ficción que a ciencia, incluso esperan transportar la energía cosechada de vuelta a la Tierra en forma de microondas.
Las nuevas células de la Universidad de Lund están formadas por un nanocable compuesto de tres materiales diferentes que reaccionan a las distintas longitudes de onda de la luz solar.
Los prototipos de las nuevas células, desarrollados por los físicos del estado sólido Magnus Borgström y Lukas Hrachowina, fueron lanzados a la órbita terrestre hace unos días, y el satélite que alimentarán entrará en funcionamiento en la primavera boreal.
Célula en tándem
La nueva tecnología es una forma de célula en tándem -células con distintas bandas de separación que pueden captar más energía de la luz solar de amplio espectro-, pero a diferencia de las células en tándem actuales, que suelen combinar distintos materiales semiconductores sobre una base de silicio, el nuevo prototipo se compone de finísimas barras de material semiconductor sobre un sustrato, lo que le confiere una menor cantidad de material por unidad de superficie, reduciendo costes y mejorando la sostenibilidad.
Borgström confía en que las células puedan aumentar enormemente la eficiencia solar en comparación con las actuales células solares de silicio comerciales, que suelen rondar el 20%.
"Las células solares de silicio han alcanzado su límite máximo de eficiencia", afirma. Por eso ahora nos centramos en desarrollar células solares en tándem". Las variantes instaladas en los satélites son demasiado caras para colocarlas en un tejado".
Las varillas nanométricas están compuestas por tres materiales que contienen distintas cantidades de indio, arsénico, galio y fósforo. En el laboratorio, los investigadores han logrado hasta ahora una modesta eficiencia del 16,7%, pero su colega de Lund Yang Chen ha demostrado que las células tienen potencial para alcanzar una eficiencia del 47%.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios