Israel ha alcanzado un acuerdo marco regulador con los productores de gas natural responsables de la explotación de importantes reservas en el Mediterráneo, que fija un precio máximo legal a este recurso por las compañías israelíes.
El pacto se produce tras meses de negociaciones después de que la Comisión Antimonopolio considerara el año pasado que el consorcio estadounidense-israelí que actualmente desarrolla la producción de gas natural en alta mar era un monopolio.
Anunciado hoy en rueda de prensa por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el pacto fija un precio máximo legal para la venta de este hidrocarburo a las compañías israelíes, al tiempo que compromete a los inversores a completar el desarrollo del gran yacimiento de Leviatán, el mayor localizado hasta la fecha en el Mediterráneo, hasta 2020.
El acuerdo será sometido a la votación del Consejo de Ministros el próximo domingo.
Los detractores del acuerdo, entre ellos altos directivos de la Compañía Eléctrica de Israel, principal consumidor de este recurso, aseguran que el Gobierno se ha se rendido al consorcio explotador del gas y no protege suficientemente a los consumidores israelíes, que verán incrementado el precio de la electricidad en un 6 por ciento en 2030.
Un ejecutivo de la compañía israelí Delek Drilling, socio local del consorcio que tiene la concesión de explotación, explicó recientemente a Efe que la monumental inversión que requiere la construcción y explotación de las plataformas de gas natural en alta mar hacen necesario alcanzar pactos con los organismos públicos para poder impulsar su desarrollo.
Y recordó, además, que el Gobierno había incrementado los gravámenes a la actividad de explotación de recursos naturales, lo que beneficia al consumidor israelí de forma indirecta.
En la comparecencia en la que intervino el ministro de Infraestructuras, Energía y Agua, Yuval Steinitz, Netanyahu aseguró que el acuerdo favorece "los intereses del estado de Israel" y de sus "ciudadanos, la industria, economía y la sociedad en general".
Aseguró que el pacto ahorrará al contribuyente cientos de miles de millones, porque los derechos de explotación serán empleados para salud, educación y bienestar y contribuirá a reducir el coste de la vida y aumentar las oportunidades de trabajo.
Netanyahu confió en que "tras conocer todos los detalles, la mayor parte de la ciudadanía israelí considerará que es bueno para el Estado de Israel y su futuro".
El consorcio liderado por la estadounidense Nobel Energy (con sede en Texas) y la israelí Delek, explota y desarrolla los dos yacimientos estrella de gas natural de Israel en alta mar, Tamar y Leviatán, y otras dos pequeñas reservas halladas recientemente.
En 2009 Israel descubrió el yacimiento de Tamar, unos 90 kilómetros al oeste de la ciudad de Haifa, que comenzó a suministrar gas en 2013 y que, en su día, supuso un punto de inflexión para el sector energético israelí gracias a su capacidad de 10,9 trillones de pies cúbicos.
Dos años más tarde se descubrió unos 130 kilómetros al oeste de Haifa el yacimiento Leviatán, la mayor reserva hallada en el Mediterráneo oriental hasta la fecha, aún no desarrollada y que, según las estimaciones geológicas, contiene 21,9 trillones de pies cúbicos.
Sólo con esta última reserva, Israel tiene garantizado el abastecimiento de gas natural durante este siglo, lo que le otorga una posición geoestratégica clave en una región donde existe una elevada demanda de este recurso y en la que muchos países buscan transformar sus plantas eléctricas para depender menos del petróleo y de otros combustibles altamente contaminantes.
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