Japón mantendrá su participación en la explotación petrolera rusa Sajalín-1, dijo hoy el Gobierno, cuando se acerca la fecha de vencimiento para notificar a la federación si desean seguir en él tras la nacionalización de la entidad gestora.
Varias empresas japonesas, entre ellas Itochu y Marubeni, así como el propio Gobierno nipón, han invertido en Sajalín-1 a través del consorcio Sakhalin Oil and Gas Development, que tiene en su poder un 30 % de la participación del proyecto, que comenzó a extraer crudo en isla de isla rusa de Sajalín, al norte de Japón, en 2005.
En virtud de un decreto firmado por el presiente ruso, Vladímir Putin, la federación estableció a mediados de octubre una nueva empresa gestora que nacionalizó el proyecto, y dio a sus inversores un plazo de un mes para notificar si deseaban seguir participando bajo esta reestructuración, cuyo vencimiento se aproxima.
La participación de Japón en Sajalín-1
Sakhalin Oil and Gas Development aprobó hoy por unanimidad en una junta de accionistas solicitar a las autoridades rusas su permanencia en la explotación, según confirmó el ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura.
"Este proyecto es extremadamente importante para la seguridad energética de Japón", dada la alta dependencia del archipiélago de estas importaciones, dijo Nishimura en declaraciones a la prensa.
Esta postura contrasta con la decisión de la estadounidense Exxon Mobil de abandonar el proyecto, pero concuerda con la ya adoptada el pasado agosto por los inversores japoneses en la explotación rusa de gas natural Sajalín-2, en la que también optaron por seguir, una permanencia que ya fue aprobada por Moscú.
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