Últimamente estamos viendo que en el mercado de la recarga de vehículo eléctrico se ha vuelto muy popular la opción de recarga en corriente continua. En las ferias del sector prácticamente todos los fabricantes están sacando soluciones de carga rápida, por encima de los 50kW en DC, dejando en un segundo plano la recarga en AC.
Nosotros, desde Woltio, nos estamos enfocando en la carga AC de hasta 22kW porque entendemos que es la única solución de futuro que será adoptada por la gran mayoría de la población. Es cierto que va a ser necesaria una infraestructura de recarga rápida para facilitar las conexiones interurbanas con vehículo eléctrico y para aquellos usuarios que no dispongan de una plaza de parking en su vivienda.
Excesiva potencia
Sin embargo, en España hay casi 12.000 gasolineras, y entendiendo que en cada una de ellas habrá en un futuro 4-6 cargadores rápidos, apenas hay mercado para 60.000 puntos de recarga rápida. Un punto de recarga rápida típico tiene una potencia de 80kW, y una instalación de 4 cargadores supone 240kW de potencia instalada. Dicha potencia, para ser suministrada, requiere de una acometida de gran potencia, que en muchos casos implica la instalación de un transformador de media tensión.
La amortización de una instalación de esta magnitud solo se logra si la rotación de los vehículos en el cargador es elevada, pero claramente el tráfico de las vías interurbanas se reduce muchísimo a partir de las 10 de la noche y las 6 de la mañana. Por lo tanto, si ya de por sí es difícil amortizar semejante inversión, además una gran parte de esa infraestructura está vacante justo en los momentos en los que la energía es más barata.
Posiblemente pueda argumentarse que el número de puntos de recarga rápida será mayor, puesto que hay parkings públicos y zonas de aparcamiento en superficie que instalarán esta modalidad, pero siempre habrá una gran parte del tiempo en el que la infraestructura estará vacante debido a que el uso del vehículo privado está ligado al horario laboral de la mayoría de la población.
Daño a las baterías
Por otro lado, está sobradamente demostrado que la recarga rápida daña las baterías. No hay que olvidar que la recarga de una batería es un proceso electroquímico que genera calor, y este calor reduce sensiblemente la vida de la batería. Un estudio realizado por la empresa canadiense Geotab a lo largo de dos años ha revelado que aquellos usuarios que recargaron más de 3 veces su vehículo eléctrico en cargadores rápidos tuvieron una degradación del 10% de la capacidad de la batería con respecto a aquellos que nunca usaron cargadores rápidos.
Finalmente, las soluciones de recarga que se combinan con la generación de energía solar permite amortizaciones rápidas de instalaciones fotovoltaicas. En los próximos años vamos a ver como las empresas empiezan a instalar puntos de recarga para sus empleados, suponiendo un incentivo adicional. Muchas de ellas estarán ligadas a instalaciones solares, permitiendo consumir la energía allí donde se genera.
Por todo ello en Woltio pensamos que la mejor manera de preservar la batería del vehículo y de conseguir una infraestructura sostenible es sin duda el despliegue de puntos de recarga en AC de carga lenta (de hasta 7,4 kW en monofásico o 22 kW en trifásico).
En cualquier caso, este es nuestro punto de vista, y estaremos encantados de escuchar otras opiniones al respecto.
Referencias
Referencias acerca del funcionamiento de la carga rápida DC
https://evsafecharge.com/dc-fast-charging-explained/
Referencia acerca del envejecimiento de las baterías con carga rápida
https://go-e.com/en/magazine/ac-dc-charging
After 48 months of analysing the condition of electric car batteries, it found that cars that used rapid charging more than three times a month in seasonal or hot climates had 10% more battery degradation than those that never used DC fast chargers.
Número de gasolineras en España
Miguel Zarzuela
12/06/2023