Jean-Claude Juncker así lo ha decidido. El español Miguel Arias Cañete se hará cargo de la Comisaría de Clima y Energía en la próxima Comisión Europea. Se trata de una cartera de nueva creación que aúna dos hasta ahora separadas, la de Energía, ocupada por el alemán Gunther Oettinger, y la de Acción por el Clima, que gestiona la danesa Connie Hedegaard, y que manejará un presupuesto de 180.000 millones de euros. Sin duda, la energía será uno de los principales retos con los que tendrá que lidiar Bruselas en los próximos años por el aumento continuado de la dependencia exterior europea y, principalmente, porque parte de esa dependencia descansa en Rusia, un socio que inspira cada vez menos confianza en Bruselas.
Aunque la cartera es mejor que las bajaradas en los últimos días (Innovación, Transportes...), habrá que esperar a ver si finalmente Luis de Guindos llega, como se espera, a la presidencia del Eurogrupo para hacer una valoración. De no ser así, el nombramiento de Arias Cañete supondrá un paso atrás en la presencia que ha tenido hasta ahora España en la Comisión Europea. Arias Cañete queda, además, fuera del núcleo duro de siete vicepresidencias que ha creado el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, para hacerla más operativa, y tendrá que reportar a la expresidenta eslovena Alenka Bratusek, que ha sido designada como vicepresidenta Unión Energética y que se perfila como una de las personas más poderosas de la nueva Comisión.
En los dos últimos mandatos, el socialista Joaquín Almunia ha ocupado dos carteras clave: Asuntos Económicos y Monetarios y, desde 2010, Competencia. Esa pérdida de peso en el Ejecutivo comunitario coincide con un retroceso general en cargos europeos, ya que España perdió en 2012 el consejero que tenía en el Banco Central Europeo. Pero a España le queda la anunciada presidencia del Eurogrupo para el ministro de Economía Luis de Guindos. El Gobierno español cuenta con el apoyo europeo, con Alemania a la cabeza, para que la plaza sea ocupada por Guindos, pero el actual presidente, Jeroen Dijsselbloem, ha expresado su deseo de mantenerse en la silla al menos hasta que expire su mandato, en verano del año próximo y aún no ha descartado presentarse a la reelección.
No es la primera vez que un español es comisario de Energía. Antes lo fueron Marcelino Oreja (1993-1994), Abel Matutes (1994-1995) y Loyola de Palacio (1999-2004), que fue además comisaria de Transportes y vicepresidenta de la Comisión. Pero en esta ocasión la coyuntura da más brillo a la cartera, que tendrá ante sí tres de los retos más importantes a los que se tiene que enfrentar la UE: la unión energética europea, las interconexiones eléctricas y de gas y el cambio climático. Tres grandes desafíos, precisamente en un momento en que Europa tiene el problema de la crisis energética con Rusia y en que las negociaciones globales para la lucha contra el impacto del cambio climático entran en una nueva fase negociadora, ya que está prevista para diciembre de 2015 en París, una cumbre para la conclusión de un nuevo acuerdo internacional sobre el cambio climático.
Una oportunidad única
Unos desafíos en los que España se juega mucho y donde contará con la oposición frontal de Francia, pero que si sabe jugar bien sus cartas – y Arias Cañete tiene experiencia y bagaje suficientes- puede brindar grandes alegrías al sector energético español. Precisamente por ello, las primeras valoraciones realizadas desde la tribuna energética han sido positivas. "La presencia de un español en una comisaria tan relevante en un momento como el actual puede aportar una visión distinta al problema de seguridad de suministro europeo", ha dicho la patronal Sedigas.
Los empresarios gasistas subrayan también que España, cuyo sistema gasista es uno de los más diversificados de Europa, cumple todos los requisitos para formar parte de la cadena de suministro de gas a Europa: "Con unas buenas interconexiones nuestro país podría aportar hasta el 12 % del gas que procede de Rusia, gracias a su gran diversificación y a su doble forma de aprovisionamiento: por gasoducto y en metanero, en forma de gas natural licuado", destacan.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha calificado como de "muy acertada" la decisión de nombrar al exministro de Agricultura Miguel Arias Cañete como comisario de Energía y Acción por el Clima de la CE, y cree que beneficiará a España y a Europa. Para Brufau, Arias Cañete ha demostrado ser "un magnífico" ministro de Agricultura y Medio Ambiente que dispone de "un amplísimo conocimiento" de los mecanismos de funcionamiento de la Unión Europea y tiene "todas las cualidades para afrontar con éxito los grandes retos pendientes en materia energética".
Críticas de los verdes
Pero no todo van a ser parabienes. La posición favorable al fracking y a los sondeos petrolíferos le ha granjeado a Arias Cañete numerosas críticas de las organizaciones y partidos ecologistas. Para Juan López de Uralde, portavoz de Equo y exdirector de Greenpeace en España “el nombramiento de Miguel Arias Cañete como Comisario de Energía y Cambio Climático es un auténtico escándalo. Arias Cañete es empresario petrolero y ha sido ministro de un gobierno que ha laminado a las energías renovables en España. Por cierto que este nombramiento coincide con la publicación de nuevos datos por parte de la Organización Meteorológica Mundial que muestran que las concentraciones de CO2 en la atmósfera vuelven a batir récords”.
Tatiana Nuño, responsable de Cambio Climático de Greenpeace España, considera que “de ser confirmado Arias Cañete por el Parlamento Europeo, esperemos que su política climática dé un giro de 180º para favorecer la reducción de emisiones necesaria para salvar nuestro clima, pues los intereses de Cañete hasta ahora en las empresas del petróleo y el fracking, son conocidos”.
La prudencia, en este caso, aconseja dar un margen de tiempo a que Arias Cañete tome posesión del cargo y entre en acción para valorar su trabajo. Pero si nos atenemos a su bagaje político, el balance es positivo. Al decir de numerosos cronistas, si hay un político español que conoce los entresijos de Bruselas, sin duda es Arias Cañete, aunque también se valora muy positivamente a Joaquín Almunia y a Ana de Palacio, entre otros políticos que han ocupado puestos relevantes en la Comisión Europea.
Gran conocedor de las instituciones europeas
Veterano infatigable de la política nacional y europea, Arias Cañete es, según se han afanado en subrayar todos los dirigentes populares en los últimos meses, el mejor preparado para un puesto de esta índole, dado su vasto conocimiento de las instituciones europeas y su capacidad negociadora, facetas en las que le ha ayudado bastante su conocimiento de idiomas, puesto que domina el inglés y el francés, se defiende en italiano y alemán y, según confesó hace unos meses, está aprendiendo chino.
Arias Cañete es un gran conocedor de las instituciones europeas. El 1 de enero de 1986, fecha de entrada de España en la UE, se incorporó al Parlamento Europeo como eurodiputado del PP y formó parte de la Comisión de Presupuestos. Fue reelegido eurodiputado popular en las elecciones de junio 1987, junio de 1989 y junio de 1994. En la Eurocámara, el ministro de Agricultura ocupó hasta 1999, entre otros cargos, la presidencia de las comisiones de Agricultura -compartida con Carmen Fraga- y la de Política Regional.
Uno de los grandes éxitos de la etapa de Cañete como ministro tiene que ver con las ayudas comunitarias al campo español. Consiguió que el pacto para el periodo 2014-2020 incluya ayudas por 47.000 millones de euros para los agricultores españoles, de las cuales 37.700 millones son directas. En enero de 2014 las 17 comunidades autónomas acordaron cómo aplicar esta política.
Como se puede apreciar, Arias Cañete tiene las cualidades necesarias para afrontar con éxito los grandes retos pendientes en materia energética. Ahora, solo cabe desearle que supere con facilidad el examen del Parlamento Europeo y afronte, como él sabe hacerlo, los retos que tiene ante sí y que, sin duda, son una gran oportunidad para España.
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