Los problemas ocasionados por una turbobomba cuando se estaba haciendo una prueba de supervisión en la nuclear Ascó I (Tarragona) han llevado a la central a iniciar la secuencia para la parada del reactor nuclear hasta el nivel técnico denominado "parada en caliente", suceso "sin impacto en los trabajadores, el público o el medioambiente".
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha informado este viernes de que el incidente se clasifica con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES).
El CSN indica que el pasado 15 de abril, "estando la planta al cien por cien de potencia nominal, se produjo la actuación automática del sistema de protección del reactor debido a un fallo de una tarjeta electrónica que provocó la parada automática del mismo".
"Durante este suceso -narra el supervisor nuclear- se produjo el arranque automático del agua de alimentación auxiliar, pero la turbobomba de agua de alimentación auxiliar paró por sobrevelocidad una protección del equipo. El fallo real de la turbobomba de agua de alimentación auxiliar fue clasificado como nivel 1 en la escala INES".
Los responsables de la central, tras revisar el equipo, hicieron varios arranques y el día 19 de abril, en una nueva prueba de arranque, "falló nuevamente por sobrevelocidad".
Tras ese nuevo fallo, subraya, la central declaró "inoperable el equipo, de acuerdo con las ETF, que le dan un plazo de 72 horas para recuperar la operabilidad del equipo o parar la planta, hasta un modo de operación en que no se requiere operable la turbobomba".
Desde ese día, según el CSN, se realizaron varios arranques automáticos de la turbobomba "y se ha tratado de solucionar el problema detectado, considerando al final que el fallo procedía del sistema de control de la válvula VN-3072, de control de vapor a la turbobomba".
Como consecuencia de ello, añade, se decidió la sustitución del regulador y el pistón de actuación del sistema de regulación de la citada válvula VN-3072.
El pasado 22 de abril se realizó el procedimiento de vigilancia denominado PV-65, con arranque automático, para devolver la capacidad operativa a la turbobomba, "con resultado satisfactorio".
Adicionalmente, incide el Consejo, se estableció una supervisión adicional mediante un programa de pruebas que se debían realizar "para verificar su comportamiento" y una vez "se hubiera solucionado el problema, declarando la turbobomba operable".
"Finalmente -precisa el CSN-, durante la prueba realizada hoy dentro del programa de supervisión, la turbobomba se ha vuelto a parar por sobrevelocidad, por lo que el titular, en cumplimiento con las ETF, ha iniciado la bajada de carga hasta modo 4 (Parada caliente)".
El CSN precisa que los responsables de la central han acordado esa parada "debido a la inoperabilidad de la turbobomba de agua de alimentación auxiliar superior a 72 horas".
El suceso, subraya el CSN, "no ha tenido impacto en los trabajadores, el público ni en el medioambiente".
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