Endesa tenía previsto cerrar la central térmica de carbón de As Pontes (Galicia) el próximo 30 de junio. Pero finalmente no va a poder así porque el Gobierno, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, ha decidido que la operación de desmantelamiento de la central se someta a un nuevo examen medioambiental.
Según el informe de impacto ambiental del proyecto "Desmantelamiento de los grupos 1, 2, 3 y 4 de la central termoeléctrica de As Pontes en el TM de As Pontes de García Rodríguez (A Coruña)", el Ministerio ha decidido que "es necesario el sometimiento al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria del proyecto (sic) ya que se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente". Esto significa que Endesa tendrá que realizar y presentar otro informe de impacto ambiental para que se lo apruebe el Gobierno.
Se trata de la única central térmica de carbón que se ha visto en la obligación de tener que realizar la evaluación ordinaria, el resto de centrales térmicas que han cerrado o lo van a hacer en los próximos meses han obtenido el visto bueno ambiental con el informe inicial.
Fuentes de Endesa han señalado a El Periódico de la Energía, que esta decisión del Gobierno hará retrasar el cierre previsto para el 30 de junio. Previsiblemente se tardarán otros tres meses desde que el Ministerio reciba el informe y se presenten las alegaciones pertinentes.
En el caso del primer informe, el desmantelamiento de As Pontes ha recibido alegaciones de siete organismos de la Xunta de Galicia y 4 del Gobierno, además del Ayuntamiento de As Pontes.
Problemas con el empleo en la zona
Este retraso en la obtención de las autorizaciones para el desmantelamiento de la central provocará serios problemas a los trabajadores de las subcontratas que tenían previsto iniciar las obras el próximo noviembre. Con el nuevo retraso por el informe de impacto ambiental, es seguro que las obras no se inicien antes de 2022 y muchos trabajadores se podrían quedar temporalmente en el paro.
"En Endesa ya estamos trabajando en el nuevo informe para tratar de agillizar todo lo posible la autorización ambiental y así podamos emprender las obras de desmantelamiento lo antes posible", aseguran las mismas fuentes.
El desmantelamiento pretendido afecta a los cuatro grupos de la central térmica de 350 MWe de potencia unitaria y las instalaciones comunes para las cuatro unidades. Éstas son: dos parques de carbones para almacenamiento y homogeneización (Central y Saa, respectivamente), planta de tratamiento de aguas de aporte, chimenea para evacuación de gases de combustión, tanques de almacenamiento (fuel, agua desmineralizada y gasóleo de apoyo), subestación de 400 kV, estación de captación de agua del río Eume (refrigeración y servicios), depósito temporal de residuos peligrosos, balsa de neutralización de las aguas de limpieza química de las calderas, punto de transferencia K (almacén temporal a la intemperie de cenizas humectadas), planta de tratamiento de efluentes líquidos generados tanto en la central, como en el vertedero y la zona minera (en adelante planta TEL), sistemas de desnitrificación y desulfuración de los gases de combustión, y planta de tratamiento de efluente de la desulfuración.
Según indica Endesa, el proyecto se llevará a cabo en tres fases sucesivas. La fase 1, de implantación de infraestructuras y servicios necesarios para las obras, la fase 2, de actuaciones previas al desmantelamiento (limpiezas, lavados y vaciados de sistemas y adecuación y desvío de servicios esenciales etc.) y la fase 3 de desmantelamiento. Para el desarrollo del proyecto se estima un plazo de 66 meses, que comprende las tramitaciones y actividades previas y ejecución efectiva del desmantelamiento y demolición.
Endesa ha asegurado que formará a 400 personas para que trabajen durante estos más de cuatro años en las obras de desmantelamiento.
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