La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha prorrogado doce meses el proyecto piloto de demostración regulatoria ('sandbox', en inglés) que permite a los grandes consumidores de electricidad, como empresas y fábricas, contribuir al control de la tensión de la red eléctrica, informó el organismo.
En concreto, este proyecto está abierto a los grandes consumidores de energía (fábricas, empresas, etc.), sujetos a los peajes 6.1, 6.2, 6.3 y 6.4 y les compromete a mantener un factor de potencia inductivo, es decir, a consumir la energía reactiva que sobra en el sistema y provoca sobretensiones.
A cambio, perciben una retribución variable -por el volumen de energía reactiva consumido- y la exención del término de reactiva en sus peajes.
Las condiciones y requisitos del proyecto se fijaron en noviembre de 2023 a propuesta del operador del sistema eléctrico -Red Eléctrica- y este se lanzó en febrero del año pasado.
En un comunicado, la CNMC indicó que hasta ahora el proyecto ha permitido valorar el potencial de la respuesta de la demanda y evaluar el impacto de un posible ajuste en los incentivos del término de reactiva de los peajes. "Sus resultados serán, asimismo, valiosos para el diseño del futuro mercado de control de tensión", añadió.
Además, la prolongación del proyecto durante doce meses permitirá descubrir la capacidad de los grandes consumidores para contribuir a la transición energética y obtendrán ingresos por ello.
Garantizar el suministro
Mantener la tensión de la red dentro de los umbrales de seguridad es clave para garantizar el suministro eléctrico. Tradicionalmente, la generación ha desarrollado esta tarea, mientras que la demanda (consumidores de electricidad) era un sujeto pasivo o solo participaba con incentivos estáticos a través de los peajes.
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