La Comisión Europea podría estar a punto de dar un giro radical al panorama energético internacional al abandonar el Tratado sobre la Carta de la Energía (TCE) y modernizar su acuerdo comercial internacional. Esta medida, de llevarse a cabo, tendría implicaciones de gran alcance para el sector energético y las relaciones comerciales transnacionales.
La propuesta, que fue cerrada hoy el viernes, 1 de marzo, entre la Comisión Europea y los Estados miembros, ofrece la opción de aprobar la modernización del acuerdo comercial internacional en la próxima conferencia del TCE, programada para noviembre. Esto permitiría a la UE y a Euratom, la Comunidad Europea de la Energía Atómica, retirarse del tratado, según el documento publicado por Bruselas.
Sin embargo, el compromiso no garantiza automáticamente la permanencia de los Estados miembros en el TCE. Según la propuesta, seguirían necesitando la autorización de la UE para continuar en el tratado. De lo contrario, tendrían que abandonarlo.
Controversia
El TCE, en vigor desde principios de la década de 1990, ha sido un punto de controversia desde su creación. Este acuerdo internacional ha permitido a las empresas energéticas demandar a los países que implementen medidas que puedan perjudicar sus beneficios previstos. Conocido por ser uno de los acuerdos de inversión más litigiosos del mundo, ha sido objeto de críticas por parte de varios sectores, que lo consideran obsoleto y perjudicial para los intereses públicos.
Las conversaciones sobre el futuro del TCE en la UE han estado estancadas desde el verano pasado. Inicialmente, la Comisión propuso una retirada coordinada de la UE y todos los Estados miembros, pero esta propuesta encontró resistencia entre algunos países que abogaron por modernizar el tratado y continuar participando en él.
Asimov
04/03/2024