Que se vendan menos coches eléctricos no beneficia a nadie: ni a la industria, ni al medio ambiente (o eso dicen), ni a los gobiernos… Pero sobre todo a quien menos beneficia es a los fabricantes, sobre todo si son de nuevo cuño y llevan poco tiempo entre nosotros. Con una competencia cada vez mayor proveniente sobre todo de China, muchas start-up están empezando a resentirse considerablemente, e incluso algunas firmas afianzadas como Tesla están intentando minimizar al máximo los daños.
Los resultados poco prometedores registrados durante los primeros meses de ese año no han hecho sino confirmar lo que muchos analistas llevaban tiempo avisando: que la rápida caída de los precios de los vehículos cero emisiones sería recibida de manera más dura por los fabricantes más pequeños. Tanto es así que dos de los que son considerados como los más grandes dentro de esta nueva hornada, como son Rivian y Lucid, han reportado unas pérdidas por encima de lo esperado, siendo especialmente preocupante la falta de rentabilidad ya que, según Bloomberg, por cada coche vendido han perdido una enorme cantidad de dinero.
Guerra de tarifas
En ambos casos, sus acciones se desplomaron a finales de la semana pasada, perdiendo un 10% en el caso de Rivian y un 14% de Lucid. De hecho, desde su salida a Bolsa las dos empresas parecen haberse metido en una espiral negativa que les ha llevado a cotizar casi un 90% por debajo de los que fueron sus máximos históricos. Pero como decimos, esta situación afecta a todos por igual ya que Tesla también informó de un fuerte descenso en sus números durante el primer trimestre, acelerando la decisión de Elon Musk de prescindir de un 10% de su plantilla a nivel mundial.
Un contexto en el que tampoco ha ayudado la comentada ralentización de las ventas de eléctricos, propiciada por una mayor cautela del usuario final, el cual se ha mostrado igualmente más sensible a los altos costos asociados a la adquisición de un modelo cero emisiones una vez que en muchas regiones se han cortado las subvenciones o estas siguen sin ser tan efectivas como se espera. El hecho de no contar con un ecosistema de carga adecuado y la caída en las tarifas experimentada en el sector del vehículo de ocasión, tampoco han ayudado. Todas estas variables no han hecho sino que los fabricantes entren en una guerra de precios que, de momento, tiene un único vencedor, China, y varios perdedores como son las empresas más pequeñas. Tanto que un análisis de Bloomberg Intelligence confirma que Lucid, Rivian, Aston Martin-Lagonda y Fisker se encuentran entre los fabricantes de automóviles que corren mayor riesgo de sufrir las consecuencias, algunas de ellas ya visibles como que la propia Fisker ha parado su producción y está a un paso de declararse en quiebra.
galan
15/05/2024