El aluvión de fabricantes chinos es imparable pero ¿cuánto tardarán estas marcas en copar todo el mercado europeo? ¿Diez, quince años? Desde algunas regiones del Viejo Continente ya están intentando poner freno a este crecimiento, pero la realidad es que los datos confirman que las marcas provenientes del gigante asiático no hacen más que subir. Y ojo, porque aquí no solo hablamos de firmas de origen chino, sino de modelos propiedad de marcas occidentales que cuya fabricación se ha trasladado a dicho suelo para abaratar costes.
De esta forma y a tenor de las cifras recogidas por Jato Dynamics, hoy por hoy, las matriculaciones europeas de coches eléctricos fabricados en China representaron el 20% de las ventas totales en el pasado mes de febrero. Dicho así impacta, casi tanto como confirmar que uno de cada cinco eléctricos que se venden ya en Europa vienen de China, pero es que si ampliamos el espectro a cualquier tipo de combustible o energía, el aumento fue del 45% en comparación con febrero del 2023, siete veces más que los vehículos fabricados en Alemania y España, segundo y tercer país más relevante en industria dentro del Viejo Continente.
Más de fuera que de dentro
La propia Jato señala que los automóviles fabricados en China se vendieron más que los fabricados en Italia, Corea, Marruecos y Rumania (todos ellos actores importantes en la industria automovilística europea), al tiempo que cerraron la brecha entre los automóviles fabricados en Turquía y el Reino Unido. Unas cifras alcistas que podrían deberse a “las medidas adoptadas por algunos OEM (Original Equipment Manufacturer) antes de que la Unión Europea finalice sus investigaciones sobre las subvenciones”, como bien asegura Felipe Múñoz, analista global de Jato Dynamics. De esta forma el posible aumento de los aranceles frenaría estos números actuales.
Ahora bien, hay que tener en cuenta un detalle que comentábamos con anterioridad y es que de ese 20% que se fabrica actualmente en China, el 44% proviene de marcas occidentales del corte de Tesla, Volvo o Dacia, mientras que el 40% está únicamente relacionado con MG que, aunque como Volvo pertenece a un fabricante Chino, todavía es visto por muchos como una marca europea (la historia ‘tira’ mucho). Ello provoca que el 16% restante solo provenga de marcas puramente chinas. Pese a todo no hay que dormirse en los laureles y conseguir, como bien han pedido algunos CEO de empresas europeas, que la Comisión respalde a sus propios fabricantes para que estos no acaben huyendo a otros territorios.
David B
01/04/2024