Iberdrola, y concretamente su distribuidora i-DE, ha mostrado su satisfacción por haber acometido los cambios y desarrollos necesarios para continuar con su actividad tras la entrada en vigor de los nuevos peajes, siendo capaces de facturar sin retraso real alguno a las comercializadoras que son, efectivamente, las que dan la cara ante los clientes.
"Ésta es la consecuencia de haber adaptado con tiempo sus sistemas sin ningún incidente. Unos cambios que, tras haberlos hecho en su momento, han logrado que la distribución del primer grupo eléctrico nacional no tenga ninguna incidencia con las comercializadoras", señala la compañíia en un comunicado.
Hay que recordar que la empresa distribuidora se encarga de hacer llegar la energía a cada punto de suministro, mientras que la comercializadora acuerda las condiciones con el cliente, le atiende y factura la energía consumida.
i-DE opera un sistema de distribución de 270.000 km de líneas eléctricas, con presencia en 10 Comunidades Autónomas en España, que atienden a una población de 17 millones.
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