Un nuevo informe encargado por la Asociación de Suministro de Energía de Australia (ESSA) ha confirmado que el suministro de energía distribuida fuera de la red no sólo es una opción viable para algunos clientes regionales y remotos, sino que además es una opción que podría dar lugar a importantes ahorros de costes -decenas de millones de dólares- y otros beneficios para los operadores de red.
El informe, _Assessment of edge of grid regulatory and policy framework _describe un caso viable para llevar a cabo los cambios regulatorios que permitan una reducción en el tamaño de la red de suministro de electricidad australiana -un gran cambio en la manera de pensar de una industria chapada a la antigua- y mejorar el coste a los consumidores.
El informe sugiere que sólo un ahorro del 10% en la décima parte de las líneas eléctricas de la red de suministro de electricidad llevaría a un ahorro total de costes de 50 millones de dólares, a la vez que ofrece a los clientes una mayor fiabilidad de suministro.
El informe revela que los mayores beneficios se producen en la fuente de alimentación fuera de la red donde la fiabilidad es baja y los costes de mantenimiento y sustitución de polos son altos, en zonas de alto riesgo - como los propensos a los incendios forestales- en las zonas donde ya existe la generación distribuida o hay un recurso fácilmente disponible.
En un comunicado, el CEO de la ESSA, Mateo Warren, dijo que el informe pone de relieve la necesidad de considerar nuevos enfoques para suministrar a los clientes electricidad al menor costo posible y de una forma más segura y fiable, informa el portal australiano Reneweconomy.
"Las regulaciones y políticas actuales actúan como un obstáculo en el camino hacia la consideración de si algunas personas estarían mejor servidas estando fuera de la red. Sin embargo, hay una serie de situaciones en las que la reducción de la red eléctrica no reportaría beneficios", dijo Warren, quien añadió: "Tenemos que debatir esta cuestión ahora porque como las tecnologías de generación y almacenamiento distribuidos van a ser más asequibles y continuarán creciendo, harán que el suministro fuera de la red se convierta en una alternativa viable para más gente.
"Tenemos 100.000 kilometros de líneas eléctricas que suministran a los consumidores que están muy lejos de donde se produce la electricidad, lo que supone un costo significativo en el sistema de suministro de electricidad en general”, explica Warren.
Los operadores de redes eléctricas están aceptando poco a poco la realidad de un mercado energético cambiante, en el que la transformación se ve impulsada por la rápida introducción de capacidad renovable, en su mayoría por parte de unos consumidores residenciales que están hartos de ver cómo aumenta su factura.
En lugar de luchar contra esta tendencia, o fingir que no está sucediendo, los operadores de red, como Ergon y Powercorp, en Australia, e Iberdrola y Viesgo, en España, están aceptando de buen grado esta nueva realidad. Sin ir más lejos, Iberdrola vende instalaciones solares fotovoltaicas para los hogares en España desde hace un año aproximadamente. Su slogan: ‘Disfruta del sol con Iberdrola’. ¿Quién lo iba a decir?
Por su parte, Miguel Antoñanzas, presidente de Viesgo, afirmaba hace unos días en un curso de verano de la Universidad Menéndez Pelayo, que el futuro energético se construirá en torno a las energías renovables. El cambio es irreversible, y no sólo por razones medioambientales, sino por razones económicas. Esto no hay quien lo pare.
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