En la carrera global hacia la reducción de emisiones y la consecución de objetivos de emisión neta cero, un nuevo informe de Net Zero Tracker revela una brecha significativa entre las promesas y la acción efectiva de los países de todo el mundo. A pesar de que el 88% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) están cubiertas por objetivos nacionales de reducción neta a cero, la mayoría de estos no incluyen planes claros de eliminación gradual de los combustibles fósiles, poniendo en peligro los objetivos mundial.
Pero como en todo, siempre hay excepciones, y una de ellas es España, que es de los pocos países que tiene claro que quiere acabar con los combustibles fósiles. Ha acabado con la producción de carbón, y en poco tiempo acabará de producir energía eléctrica en centrales térmicas de carbón.
Así, el informe resalta que España ha consagrado como ley la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, y la producción en territorio español se finalizará a finales de 2042. Para garantizar esto, se han detenido de inmediato todos los nuevos permisos para exploración y producción. Además, los subsidios vinculados a los combustibles fósiles también se han restringido y la venta de vehículos de combustibles fósiles estará prohibida a partir de 2040.
Mucha promesa, poca acción
La evaluación comparativa mundial, realizada por Net Zero Tracker, abarca las promesas de eliminación progresiva de la exploración, producción y/o uso de carbón, petróleo o gas de 1,525 entidades, incluyendo empresas, ciudades, regiones y países. Los resultados son alarmantes: solo el 13% de los países con objetivos netos cero han comprometido la eliminación progresiva de combustibles fósiles relacionada con la exploración, producción o uso.
Esto contrasta directamente con las recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que aboga por reducciones sustanciales en carbón, petróleo y gas para limitar el calentamiento global a 1.5 °C. La falta de planes, según el estudio, está fomentando la expansión de los combustibles fósiles, y solo el 6% de los países productores de petróleo y el 5% de los productores de gas con objetivos netos cero se han comprometido a la eliminación total o parcial de la exploración.
Falta de compromiso
Natasha Lutz, codirectora de datos de Net Zero Tracker en la Universidad de Oxford, enfatiza que "la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es un elemento clave para conseguir vías creíbles hacia el objetivo de cero emisiones netas". Sin embargo, la falta de compromiso a nivel nacional abre la puerta a la expansión de los combustibles fósiles, poniendo en duda la seriedad de las promesas de cero neto.
El profesor Thomas Hale, de la Escuela de Gobierno Blavatnik de la Universidad de Oxford, compara un plan neto cero sin planes claros para reducir gradualmente los combustibles fósiles con "una dieta de moda que te permite comer tanta grasa como quieras. No funcionará".
A pesar de este panorama desalentador, el informe destaca un grupo emergente de empresas, ciudades, estados y regiones que están liderando la transición hacia un futuro sin combustibles fósiles. Aunque solo el 2% de la producción mundial de carbón está cubierta por compromisos de eliminación total, el 56% de las empresas cotizadas con objetivos netos cero en carbón tienen un compromiso total o parcial de eliminación.
Descarbonización por geografías
En cuanto a la geografía de la descarbonización, Europa lidera con un 27% de empresas con objetivos netos cero estableciendo metas de eliminación de combustibles fósiles, en comparación con el 9% en Norteamérica. Este contraste va en contra de los compromisos jurídicamente vinculantes de cero emisiones netas para 2050 en Estados Unidos y Canadá.
El informe también destaca la relevancia de un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, con un grupo creciente de naciones liderando esta iniciativa. La Presidenta de la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de los Combustibles Fósiles, Tzeporah Berman, sostiene que "los compromisos de reducción neta a cero no deberían ser un refugio para las malas matemáticas y las promesas incumplidas".
Como ejemplos a seguir, el estudio destaca a España, que ha consagrado por ley la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, Ørsted, una empresa energética que ha transitado hacia las renovables, y Estocolmo, que tiene como objetivo estar libre de combustibles fósiles para 2040.
El informe concluye recomendando actualizaciones urgentes en los compromisos nacionales para incluir planes específicos de eliminación gradual de combustibles fósiles, destacando que las promesas sin un plan de implementación corren el riesgo de convertirse en simples "pegatinas para el parachoques", difundidas pero no tomadas en serio en la urgencia de abordar la crisis climática global.
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