Unidades de respuesta inmediata compuestas por efectivos de la Guardia Civil se encargarán de proteger desde su interior las centrales nucleares y, en el futuro, el almacén de residuos nucleares (ATC) ante posibles sabotajes o atentados.
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy un Real Decreto que modifica la normativa sobre protección física de las instalaciones y los materiales nucleares y de las fuentes radiactivas, así como de aquellas instalaciones nucleares que en el futuro se determine por ley, como el almacén de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca).
El objetivo de la nueva normativa es la implantación, de forma permanente, de una unidad de respuesta inmediata compuesta por personal de la Guardia Civil dentro de estas instalaciones.
El coste de la implantación de estas unidades de respuesta de la Guardia Civil será asumido por los titulares de estas instalaciones mediante la aplicación de una tasa creada por la Ley del 21 de septiembre de 2015, que modifica parcialmente Ley General Tributaria.
Estas unidades de respuesta, que estarán en coordinación permanente con los servicios de seguridad privada existentes en estas instalaciones, se implantarán progresivamente en todas las centrales nucleares en el plazo de cuatro años.
Asimismo, con el objetivo de reforzar la protección de las instalaciones nucleares, en este caso frente a eventuales ciberataques, se introduce la descripción de los medios informáticos que han de ser empleados como parte del contenido que debe recoger el Plan de Protección Física de la instalación.
Por último, se establece que en los Planes de Protección Física se integrarán los Planes de Protección Específicos previstos en el Reglamento de Protección de Infraestructuras Críticas.
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