La Justicia rusa expropió el 55% de las acciones de una petrolera de San Petersburgo, cuyo dueño era un socio cercano de Ilyá Traber, un jefe del crimen organizado ruso cuya amistad reconoció el presidente Vladímir Putin.
Por petición de la Fiscalía, el Tribunal de Arbitraje de San Petersburgo accedió a expropiar el 55% de las acciones de la Terminal de Petróleo de San Petersburgo, el mayor nudo ruso de transbordo de productos petrolíferos en el Báltico, por la nacionalidad extranjera de sus dueños, los hijos de Dmitri Skiguin, quienes heredaron los activos tras la muerte de su padre en 2003.
Según la ley rusa, los ciudadanos extranjeros no pueden ser dueños de compañías energéticas sin previa aprobación gubernamental por ser consideradas de importancia estratégica para el país.
Los hijos, Mijaíl y Yevgueni, de ciudadanía alemana, y la hija Polina, de ciudadanía francesa, son dueños, respectivamente, del 17,85% y el 14,28% de las acciones de la petrolera a través de una empresa chipriota llamada Tudzhunga Enterprises.
La petrolera para Rusia
Tal y como dispone la Fiscalía General, recibieron el paquete accionario en tres transacciones entre 2016 y 2020, aunque según la defensa la primera parte la heredaron en 2003, antes de la entrada en vigor de la ley en 2008.
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