Ningún comentario Finalmente, ya hay acuerdo sobre la nueva Directiva de Renovables —también conocida como RED por sus siglas inglés—. El pasado viernes, los embajadores ante la UE de los Veintisiete alcanzaron un acuerdo sobre la revisión de la RED III que lograba un equilibro entre las posturas Francia y Alemania y supone un incremento sin precedentes del compromiso con esas fuentes limpias.
Puedes consultar el nuevo texto a continuación:
La nueva Directiva de Renovables.Descarga
El acuerdo, impulsado y liderado por la presidencia sueca se ha producido después de que 20 asociaciones europeas y 10 países miembros presionaran la semana pasada para que las negociaciones de esta Directiva llegaran a buen puerto y se aprobara cuanto antes.
Según ha indicado Markus Pieper, el representante de los populares europeos, la votación final de la directiva se llevará a cabo el próximo mes de septiembre aunque antes el texto deberá pasar el 28 de junio por el Comité de Industria (Itre).
Nicolás González Casares, eurodiputado socialista, tal y como comunicaba mediante redes sociales, ya ha informado de la intención de su partido de aceptar la nueva redacción y ha pedido que se acelere la votación de la normativa para que esta entre en vigor lo antes posible.
Tira y afloja
Para lograr el acuerdo, Francia aceptó un baremo más ambicioso (45 en vez de 40 %, de los que 42,5 % son obligatorios y 2,5 % orientativos) pero obtenía a cambio una declaración de la Comisión Europea subrayando la importancia de la energía nuclear en la descarbonización y una derogación para su industria del amoníaco, un compromiso que para Alemania “no es bonito, pero es asumible”.
Se trata de un sector esencial en la producción de fertilizantes agrícolas que depende de la quema de gas y donde resultaría muy caro adaptar la producción al hidrógeno verde, por lo que “caso por caso” se validarán otros esfuerzos de descarbonización, es decir, con energía atómica.
Opinión española
En declaraciones a la prensa antes del Consejo de Ministros de Energía de la UE, la vicepresidenta española Teresa Ribera ha afeado a Francia que reabriera el acuerdo sobre energías renovables para conseguir concesiones, en una maniobra similar a la que hizo Alemania poco antes para dar esperanza a los motores de combustión y los combustibles sintéticos a partir de 2035.
"La Directiva de Energías Renovables estaba cerrada y había un acuerdo hace tres meses y me parece que deberíamos incorporar como buena práctica el respeto a los acuerdos alcanzados y no reabrir de nuevo estos asuntos", dijo la también titular española para la Transición Ecológica.
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