La comunidad internacional ha reconocido que los ataques informáticos suponen un riesgo para las instalaciones nucleares, en el contexto general de nuevas amenazas para la seguridad de la industria atómica.
"Hay una creciente concienciación. Vivimos en un mundo de incertidumbres, en el que está claro que hay un riesgo mayor de actos terroristas por parte de agentes no estatales", declaró en una rueda de prensa Rafael Grossi, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Esta agencia de la ONU acoge esta semana en Viena una conferencia internacional sobre seguridad nuclear, en la que 140 países analizan los desafíos del sector y han destacado la necesidad de mantenerse alerta y vigilante para proteger las instalaciones y materiales nucleares en el planeta.
"Seguimos preocupados sobre las existentes y nacientes amenazas para la seguridad nuclear, y seguimos comprometidos a atender esas amenazas", reconoce la declaración ministerial aprobada por los países que participan en esta cumbre.
Durante su intervención para inaugurar la conferencia, Grossi destacó la importancia de "mantener y fortalecer" el régimen internacional de seguridad física nuclear, sobre todo en un momento en el que crecen en el mundo "las actividades atómicas, pero también sus desafíos".
Esta creciente actividad nuclear para fines pacíficos (energéticos, médicos y científicos) es, advirtió el argentino, un "imán para grupos con intenciones malignas".
Estos grupos, dijo Grossi, ven este material como una posibilidad para "crear pánico y dolor" en la sociedad, en referencia al posible uso de materiales nucleares para fines terroristas.
Otro de esos desafíos es el de los ataques informáticos a instalaciones nucleares.
"Reconocemos las amenazas a la seguridad informática y de los ciberataques a instalaciones nucleares, así como a sus actividades relacionadas, incluyendo el uso, almacenamiento y transporte de material nuclear y radiactivo", señala la declaración ministerial adoptada hoy.
Por ello, el documento pide a todos los Estados que fortalezcan los sistemas de protección y anima al OIEA a continuar promoviendo la cooperación y a asistir a los países que lo soliciten.
Sobre ese tema, el representante iraní, Ali Akbar Salehí, recordó que su país fue objeto de supuestos ataques informáticos en el pasado, de los que culpó a Estados Unidos e Israel, y afirmó que sus instalaciones nucleares siguen amenazadas.
"Las amenazas terroristas contra mi país son aumentadas por medio de ataques y sabotajes industriales contra nuestras instalaciones nucleares por parte de EEUU y el régimen sionista (Israel)", aseguró Salehi, el jefe de la Agencia de Energía Atómica de Irán.
El documento también menciona la especial importancia de proteger y mantener controladas las reservas de uranio enriquecido y plutonio, así como de luchar contra el tráfico ilegal de material nuclear y "asegurar que el material no pueda ser usado por agentes no estatales para propósitos maliciosos".
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