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La oferta lanzada por el fondo australiano IFM sobre el 22% de Naturgy ha revolucionado el sector. Ahora, se tiene que pronunciar el Gobierno para darle el visto bueno o negarse a la operación. A día de hoy el Consejo de Ministros está partido en dos, por los partidarios a favor de la operación, y los que prefieren mantener el actual accionariado de la empresa con Criteria Caixa como principal accionista.

Una decisión sobre la OPA de una compañía como Naturgy tiene muchas aristas. No es fácil. Hay intereses cruzados en muchos aspectos, pero sobre todo cabe recordar que pone en juego no solo los 5.000 millones que ofrece IFM, sino también futuras inversiones de capital extranjero necesarias para abordar la transición energética durante la próxima década.

Es cierto que Naturgy es propietaria de los dos gasoductos que unen España con Argelia. Es el principal suministrador de gas natural del país, es el que más activos de ciclos combinados posee. Tiene la mayor red de distribución de gas y la tercera en electricidad. Ahora con Reynés ha dejado la compañía preparada para afrontar con garantías el reto de la descarbonización. Se están despidiendo del carbón y su futuro pasa por las renovables y el hidrógeno.

Ahora el Gobierno vuelve a tener la conocida acción de oro. Pero, ¿por qué tarda tanto en pronunciarse con esta operación? ¿Por qué ha permitido otras operaciones como la entrada en el sector de la China Three Gorges, la llegada de Total, ENI y decenas de fondos al sector? ¿Acaso invertir en renovables no es estratégico para España? ¿Por qué no hay dudas con unas y con IFM sí?

Es cierto que la operación es de calado, pero IFM no viene para hacerse con la compañía, ni con una mayoría del 51%. Nos guste o no es otro fondo más como las decenas que hay con participaciones significativas en las grandes empresas españolas, incluso en la propia Naturgy. ¿Acaso hay que recordar quién es el propietario de Endesa? ¿Quiénes son los mayores accionistas de Iberdrola? ¿Quién maneja a la lusa EDP?

El Gobierno se ha colocado esta opción de aprobar operaciones corporativas en empresas estratégicas cuando España estaba en plena crisis por la pandemia. Hasta ahora prácticamente no se ha opuesto a nada. Pero ahora con la OPA sobre Naturgy surgen las dudas. Si España no estuviera con esta crisis pandémica no se opondría porque no existiría esta opción. ¿Acaso va a tener el Gobierno esta potestad para siempre?

Hagan un ejercicio de imaginación. Tienen miles de millones de euros o dólares de miles de inversores que quieren venir a España a invertir en proyectos energéticos (renovables, hidrógeno, biocombustibles, movilidad, almacenamiento, eficiencia).

Si el Gobierno decide oponerse a la OPA de IFM sobre Naturgy, ¿qué creen que harán estos fondos que pretendían invertir en España? ¿Creen que seguirían viniendo o que se buscarían otros mercados más seguros?

España tiene que cumplir con el PNIEC 2030. Un plan cuyas inversiones ascienden a 241.400 millones de euros entre 2021 y 2030 que se destinarán, fundamentalmente, al impulso a las renovables, a medidas de ahorro y eficiencia, y a electrificación y redes. El 80% de estas inversiones se realizarán por parte del sector privado. El 20% restante serán inversiones de las distintas administraciones públicas, incluyendo financiación europea, que activarán la inversión privada a través de actuaciones asociadas al fomento del ahorro y la eficiencia energética, la movilidad sostenible y el cambio modal, fundamentalmente.

Es decir, que 200.000 millones, unos 20.000 millones al año, tienen que proceder del sector privado y parte de ello será con dinero extranjero que quiere invertir en España.

Por ello, el Gobierno tiene dudas. Está en juego más que los 5.000 millones que quiere invertir IFM en Naturgy. Son decenas de miles de millones de inversión futura lo que hay que medir con esta decisión.

La transición ecológica es una de las grandes patas para la recuperación del país. Poner en riesgo esta transición por una operación como la de IFM sobre Naturgy es mucho riesgo para el país si pretende llevar a cabo toda esta transformación de descarbonizar la economía. España no está para negarse ahora a dinero del extranjero. Necesita industria y necesita crear riqueza y empleo.

Naturgy no es una empresa cualquiera, pero no es una compañía que esté bajo sospecha de ser liquidada, ni tampoco que sea la panacea. Hay tres grupos energéticos nacionales más potentes. Lleva unos años con una reestructuración importante, se ha desecho de activos que aportaban muy poco y se va a centrar ahora en sus negocios de electricidad (renovables y redes) y gas natural. Ahora está para invertir en ella, es un buen momento, por eso IFM lanza la OPA. Es el momento de que Naturgy crezca y lo haga además de una manera mucho más sostenible. Claro que IFM viene a hacer negocio, pero de eso a querer destrozar la compañía o despedazarla como dicen algunos hay una diferencia.

Además, es curioso cuando algún fondo quiere invertir en España se le ponen cienmil pegas, pero cuando las grandes compañías españolas compran activos o compañías en otros mercados se abren periódicos con ello y se alaba por todos lados. O se juegan las mismas reglas para todos, o nos estamos haciendo trampas jugando al solitario.

Si queremos libre mercado, lo queremos para todos. ¿O acaso a los chinos cuando compran deuda española se le ponen pegas?

Un análisis-opinión de Ramón Roca, director de El Periódico de la Energía.

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Un comentario

  • Cesar electrico

    18/02/2021

    Libre mercado? tal vez...
    Perdida de control de sectores estrategicos esenciales? no, gracias...
    Lastima que España sea un pais que exporta mayoritariamente beneficios a demasiados inversores extrangeros.
    de esta forma nunca saldremos del bucle de deuda en el que estamos inmersos en España, el superavit español no nos cubre lo suficiente o como deberia y quizas sea esta una de las razones, porque la gran tajada de beneficios se la llevan siempre otros, no nosotros.
    Libre mercado si, pero tambien tenemos que saber "con qué hacer negocios". Si no sabemos mantener nuestras joyas, al final nos quedamos sin nada, en mi opinión España siempre va a la cola porque cuando tenemos algo bueno, se lo llevan otros, a pasado tantas veces que asi nos va, no sabemos defender lo nuestro ni lo valoramos a futuro, siempre cortoplacistas.

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