El grupo petrolero y gasístico austríaco OMV, cuyas ventas y beneficio cayeron en torno al 30 % en 2020, anunció este jueves una reorientación hacia el sector químico y la retirada de su anterior plan estratégico de aumentar la producción de crudo y gas.
"El mundo ha cambiado", dijo hoy Rainer Seele, presidente de OMV, al explicar el cambio de estrategia durante una rueda de prensa telemática en la que presentó los resultados preliminares de 2020 del grupo, el mayor del sector en Europa central y del este.
El beneficio neto del grupo fue el pasado año de 1.478 millones de euros, un 31 % menos que en 2019, mientras que el volumen de ventas de la empresa registró una caída interanual del 29 % al totalizar los 16.550 millones debido al desplome de los precios del petróleo, según el balance preliminar publicado hoy.
El resultado de explotación del grupo antes de efectos especiales se redujo a la mitad, hasta 1.686 millones de euros.
"Partimos de la base de que la electrificación de la movilidad y el transporte se impondrá. Suponemos que otros impulsos también determinarán este mercado en el futuro y, en consecuencia, esperamos una consolidación en el negocio del refinado, y a nivel mundial", añadió.
En línea con ese panorama, OMV ya no perseguirá los objetivos estratégicos de aumentar sus extracciones en más de 100.000 barriles diarios de petróleo, hasta la meta de 600.000 barriles diarios, y de duplicar las reservas de crudo, que había diseñado en 2018.
En el futur, aspirará a mantener aproximadamente el nivel actual de producción, de entre 480.000 y 500.000 barriles diarios, y buscará el crecimiento principalmente en el sector químico.
En 2020, la producción total de OMV descendió un 5 %, hasta 463.000 barriles diarios, debido principalmente a los conflictos en Libia, donde comparte con la petrolera española Repsol, la francesa Total y la noruega Equinor, bajo el paraguas de la Compañía Nacional Libia de Petróleo, uno de los mayores yacimientos del mundo
"No teníamos producción en Libia, esa es la razón por la que tuvimos un descenso de producción el año pasado, pero (la industria petrolífera de) Libia ha vuelto ahora, en el cuarto trimestre, y la producción allí es estable, por lo que aumentará en 2021", explicó Seele.
Seele prevé que la primera mitad de 2021 seguirá siendo "muy difícil" para la industria del petróleo, pues tras la "euforia inicial" por las vacunas, la distribución de las dosis resulta ser más lenta de lo esperado.
El grupo petrolero, que cotiza en la Bolsa de Viena, espera una recuperación más fuerte en el segundo semestre y calcula que el precio medio del crudo Brent oscilará este año entre 50 y 55 dólares por barril.
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