La prioridad de Endesa en el proceso de transición será la rentabilidad de sus centrales

Endesa, como el resto de compañías energéticas españolas, se mantiene a la espera de que el Gobierno mueva pieza para comenzar a tomar decisiones sobre el futuro de sus centrales eléctricas.

El presidente de la compañía, Borja Prado, ha asegurado a los medios que Endesa lo primero que tiene en cuenta es la rentabilidad de todas sus centrales eléctricas, sean nucleares, térmicas de carbón o renovables. Si, por ejemplo, fuera una central nuclear, la eléctrica trataría de alcanzar un acuerdo con el Gobierno para hacer de esa planta y sus inversiones futuras rentables y así no perjudicar ni a la seguridad de suministro ni a los precios del mercado.

"Lo primero de todo es la rentabilidad de la central", ha dicho Prado, "pero no haremos ninguna irresponsabilidad y no cerraremos nada si afecta tanto a la seguridad de suministro como al precio".

El presidente de Endesa ha asegurado que las centrales térmicas de carbón dependen de lo que se diga desde el Gobierno para ver si su rentabilidad será razonable o no. Por ejemplo, en el caso de Compostilla y Andorra, las dos centrales no rentables de la compañía y que pretende cerrar Enel, máximo accionista de la eléctrica, su futuro está por ver.

En el caso de las nucleares, la compañía pide que se extienda la vida útil hasta los 50 ó 60 años. "Son imprescindibles", afirman desde la eléctrica. Prado ha explicado que para tomar una decisión sobre el futuro de la nuclear, lo primero es alcanzar un acuerdo con sus otros socios en las distintas centrales: Iberdrola y Gas Natural.

Después conocer los requisitos del Consejo de Seguridad Nuclear y estudiar si se podrían rentabilizar las centrales en su periodo de extensión con el actual marco regulatorio. Ahora mismo, las nucleares van muy justas. A poco que les aumenten las inversiones, el Gobierno tendría que ceder en alguno de los impuestos que castiga a las centrales nucleares (generación o combustible nuclear) y ver si aun con ello se pudieran mantener.

También hay que tener en cuenta la financiación del desmantelamiento de las centrales, que corre a cargo de las compañías y que podría afectar directamente a su futuro.