Ya le quedan pocas fichas a las renovables españolas, sobre todo a la fotovoltaica, si quieren recuperar lo que ellos demandan, las retribuciones perdidas por los recortes de los dos últimos gobiernos. Desde que en 2010 el ministro Miguel Sebastián iniciara los recortes quitando horas de funcionamiento primadas además de con carácter retroactivo, el sector de las renovables vive en una especie de casino. Están jugando a la ruleta con todos los recursos judiciales que han interpuesto en distintos tribunales. Y da la sensación que de los 38 números que hay sobre la mesa, son todos fallos en contra de los intereses de las renovables. Siempre gana el Gobierno.
Hasta ahora la Justicia española, ya sea a través del Tribunal Supremo o del Tribunal Constitucional ha dado un palo tras otro a las renovables. El último este viernes. El Tribunal Supremos ha rechazado indemnizar a los inversores de fotovoltaica por los recortes de 2010.
La confianza en la justicia española se ha acabado. Ya no hay más crédito. Solo quedan unas pocas fichas y las renovables se la van a jugar todo a la justicia europea. Así, la Asociación Nacional de Productores de energía Fotovoltaica (Anpier) da por perdidas sus causas en la justicia española y confía todas sus esperanzas al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que tiene que dictar una resolución sobre los recortes a las renovables.
"Esta sentencia (la del Supremo de este viernes) es injusta y que, con ella, se consuma uno de los capítulos más sombríos de la historia de la democracia española: un Estado capta los ahorros de decenas de miles de familias para que desarrollen una tecnología, la solar fotovoltaica, y una vez realizado el esfuerzo se les cambian las condiciones que se ofrecieron como inalterables abandonándolos a su suerte", afirman desde Anpier.
Para Anpier resulta llamativo que esta sentencia del Supremo haya venido precedida de otra en la misma dirección del Tribunal Constitucional conocida hace tan sólo unos días, "una concatenación de sentencias precipitada casualmente cuando empezarán a conocerse, en breve, los laudos arbitrales que, por esta mismas causas, han interpuesto los inversores extranjeros, convencidos de que les serán favorables", explica Anpier.
Tal como adelantó este diario, España se convirtió el año pasado en el país con más demandas judiciales en contra por inversores extranjeros en el mundo. Superando así a Venezuela. Todos estos recursos, en forma de arbitraje internacional, son por culpa del recorte a las renovables. Empresas extranjeras de todos los confines del mundo se han presentado ante el Ciadi y otros tribunales para demandar a España.
Está previsto que las primeras resoluciones de los arbitrajes se conozcan en la próxima primavera. Este diario contó en primicia que los casos de algunas termosolares estaban muy avanzados, según fuentes cercanas a los procesos. Y que se resolverían en los próximos meses.
“Vamos a soportar la paradoja de que frente a un mismo hecho los nacionales no seamos indemnizados y los inversores extranjeros sí”, dice Anpier**.** La asociación fotovoltaica ****considera que "las resoluciones que habrán de dictar tanto el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, como los propios procesos arbitrales, demostrarán la vergüenza del tratamiento del Estado con los pequeños productores de energía fotovoltaica en España".
Anpier cree que cuanto más alejado sea el tribunal que se pronuncie, menos influencia soportará y más justa será la decisión, por lo que pone mayores esperanzas en los laudos que se conocerán en Washington.
El abogado Piet Holtrop, que defiende los intereses de miles de pequeños inversores de fotovoltaica y otras tecnologías de renovables, también se ha pronunciado de forma parecida en varias ocasiones. "La última palabra aquí la tiene el Tribunal de Justicia de la Unión Europea", ha dicho Holtrop.
Por su parte, su socio y compañero Daniel Pérez dice que "del comunicado del Tribunal Supremo se desprende que se nuevo ha decidido desestimar los argumentos de Derecho Europeo sin ni tan siquiera elevar la cuestión prejudicial ante el TJUE".
Antonio R.
24/01/2016