Los ministros de Energía de la UE trataron hoy la cancelación del proyecto de gasoducto South Stream anunciada por Rusia y valoraron centrarse en la región del Caspio como estrategia para seguir diversificando sus fuentes de energía y reducir su dependencia de Moscú.
"Estamos pensando en convocar una especie de comité director que nos ayude a ver cuáles son los temas problemáticos, los escollos a resolver", indicó el vicepresidente de la CE para Unión Energética, Maros Sefcovic, en referencia a los proyectos para traer gas desde el Caspio durante la conferencia de prensa final de la reunión de los ministros.
Sefcovic considera que el llamado "Corredor Sur", una red de tuberías dirigidas a traer gas y petróleo desde el Caspio y reducir la dependencia europea de las importaciones rusas, podría ser una alternativa y aseguró que las negociaciones con Baku avanzan y que en estos momentos se trabaja sobre el calendario con vistas a que el proyecto pueda materializarse en 2019.
El "Corredor Sur" incluye proyectos como "Nabucco", "White Stream" o el gasoducto transadriático (TAP, por sus siglas en inglés), que conectan la UE con Georgia y Turquía. "Ayer hablé con el ministro turco de Energía y fue muy claro sobre las intenciones que tiene para este Corredor: quiere cumplir con plazos y fechas y es un proyecto muy importante para ellos", sostuvo.
"La UE tendrá que reforzar su estrategia para diversificar las rutas, pero sobre todo las fuentes", señaló, por su parte, la presidencia italiana de turno, a través de su secretario de Estado para Desarrollo Económico, Claudio de Vincenti. Unión energética
Tanto la presidencia de la UE como la Comisión insistieron, por otro lado, en la necesidad de lograr un mercado interno de la energía verdaderamente integrado, en el que exista una plena cooperación entre Estados miembros, y coincidieron en que "se han creado las condiciones previas para que podamos dar forma el año que viene a Unión Energética".
Tras el consejo, Sefcovic se reunió con los ocho países directamente afectados por la cancelación de South Stream -Bulgaria, Hungría, Eslovenia, Austria, Croacia, Italia, Grecia y Rumanía- para analizar las consecuencias de detener este proyecto y las posibles alternativas.
El vicepresidente de la CE insistió en la misma línea defendida por Bruselas en los últimos meses: "Cualquier proyecto que se lleve a acabo en suelo comunitario tiene que respetar la legislación de la UE".
En este contexto, Grecia, Bulgaria y Rumanía presentaron una declaración conjunta a sus homólogos europeos en la que proponen la creación de corredores verticales que se conecten con las distintas redes que engloba el "Corredor Sur". "Vamos a estudiar esta cuestión con los ministros ahora para ver cómo acelerar todo lo que sea necesario", añadió Sefcovic.
"Mi idea es establecer un grupo de trabajo de alto nivel que entienda la situación de forma global para esta zona", continuó, y dijo que se podría recurrir a tres fuentes de financiación: el fondo de inversión de 315.000 millones de la CE, a la facilidad "Conectar Europa" y a los proyectos de interés común para dar forma a un plan de acción.
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