La Unión Europea cumplirá estrictamente los contratos con Rusia y seguirá pagando en euros o dólares por el suministro de carbón, gas y petróleo, aseguró hoy en Sofía la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
"Los contratos son muy claros. En ellos se dice que el pago es en euros o en dólares. En este momento consideramos muy cuidadosamente estos contratos pero, a primera vista parece que los vamos a respetar y pagaremos en euros y no en rublos", declaró la presidenta en Sofía, durante una rueda de prensa con el primer ministro búlgaro, Kiril Petkov.
Von der Leyen agregó que se está estudiando el decreto del presidente de Rusia, Vladímir Putin, que exige que los pagos sean en la moneda rusa y afirmó que la UE tendrá "una postura común" en ese asunto.
La presidenta de la Comisión Europea está en Bulgaria para entregar la evaluación de Bruselas del Plan de Recuperación que el país balcánico propuso para compensar los efectos de la pandemia de la covid-19, un plan que Von der Leyen definió como "uno de los más ambiciosos" que se han recibido.
Von der Leyen destacó que los interconexiones de gas que Bulgaria construye con Rumanía y Grecia ayudarán a reducir la dependencia de los hidrocarburos rusos.
Hungría se desmarca
Por su parte, el Gobierno húngaro anunció que ha recibido hoy desde Rusia el primer envío por vía aérea de combustible nuclear para su central de Paks, que una empresa rusa tiene previsto ampliar con un contrato de 12.500 millones de euros, e insistió en oponerse a sanciones al petróleo o el gas ruso.
Así lo confirmó el ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, que explicó que la situación creada por la invasión rusa de Ucrania hace imposible recibir el combustible nuclear por vía férrea, como hasta ahora.
Szijjarto insistió también en que su país rechaza cualquier sanción que afecte a la compra de gas o de petróleo de Rusia, y calificó también de "línea roja" cualquier medida punitiva de la Unión Europea sobre actividades relacionadas con la energía eléctrica.
El Parlamento Europeo aprobó el mes pasado una resolución en la que se pedía a los Estados miembros "que pongan fin a toda colaboración con Rusia en el ámbito nuclear, en particular la cooperación con Rosatom y sus filiales".
Esa empresa rusa firmó en 2014 un acuerdo con el Gobierno húngaro para añadir dos reactores a la central atómica de Paks, la única en el país, por valor de 12.500 millones de dólares.
El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Víktor Orbán, afirmó ayer que no tiene problemas en aceptar la exigencia rusa de que le paguen las compras de gas en rublos, una postura que contradice la postura de la Comisión Europea (CE), que lo considera inaceptable.
Hungría, uno de los principales aliados de Rusia dentro de la Unión Europea, es también uno de los países más dependientes del gas ruso y que más se oponen a aplicar sanciones contra la venta de hidrocarburos rusos en respuesta a la invasión de Ucrania.
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