Dos de los 4x4 más icónicos, el Range Rover y el Clase G acaban de presentar sus versiones cero emisiones. Estos son los datos que conocemos hasta el momento
Llevan más de medio siglo compitiendo por ver qué marca es la mejor cuando se acaba el asfalto y ahora que los tiempos nos llevan hacia la electrificación total, la batalla parece que se mantendrá viva. Hablamos en este caso de Land Rover y Mercedes-Benz, dos de las firmas más importantes del panorama, no solo por exclusividad sino también por su amor por el campo. El mismo que ahora alcanza una dimensión inédita con las versiones 100% eléctricas que acaban de mostrar de dos de sus modelos más icónicos: el Range Rover y el Clase G.
Cierto es que la rivalidad directa entre ambos fabricantes iría enfocada por un lado al Defender y al Clase G pero la realidad es que el primer paso dado por la británica para electrificar su gama lo ha dado en la dirección del que históricamente ha sido su portaestandartes; un modelo que pese a su nivel de exclusividad no le hace ascos a salir al campo. Todo lo contrario que el Clase G que fue diseñado para sortear cualquier obstáculo por muy complicado que sea. Una dupla que ahora se pasa a los kilovatios con unos datos que impresionan y que te desgranamos a continuación.
Land Rover Range Rover EV
La realidad es que de momento no tenemos datos confirmados sobre el que será el primer eléctrico de Land Rover y cuya aparición está prevista para no antes de 2026. Sin embargo, la firma inglesa acaba de mostrarnos estas fotos de los test invernales realizados por los prototipos sufriendo temperaturas por debajo de los -40ºC, a los que se han sumado las pruebas también extremas, pero de calor con los 50ºC del desierto de Oriente Medio.
Unas prueba que si bien ha servido para ver al coche sin camuflaje, observando que poco o nada le diferencia de los modelos de combustión, la realidad es que ha permitido a los ingenieros probar el nuevo sistema eléctrico de propulsión y el inédito sistema de control de tracción. Y es que en lugar de una configuración de control de tracción tradicional basada únicamente en la unidad ABS, el Range Rover eléctrico distribuye la gestión del deslizamiento de las ruedas a cada unidad de control de tracción eléctrica, lo que reduce el tiempo de reacción del par en cada rueda de unos 100 milisegundos a apenas 1 milisegundo.
Este innovador software que se ha desarrollado internamente en JLR permite controlar con precisión la velocidad de la unidad de propulsión eléctrica para gestionar el deslizamiento de las ruedas, lo que reduce la necesidad de intervención del ABS. La tracción se maximiza en todo tipo de superficies con una respuesta y un refinamiento excepcionales para mejorar de forma significativa la experiencia de conducción del Range Rover. Este sistema funciona junto con los sistemas de control de estabilidad y el chasis para ofrecer una conducción aún más refinada.
Mercedes-Benz G580 EQ
Llevábamos tiempo esperándolo y por fin ha visto la luz. El otrora bautizado como EQG se conocerá finalmente como G580 EQ convirtiéndose en el primer Clase G cero emisiones de la historia. De diseño similar al modelo que actualmente se vende, más allá de la parrilla carenada, la ausencia de tubos de escape y el diseño inédito de los paragolpes, lo más representativo es lo que le mueve. Pues el Clase G eléctrico monta nada menos que cuatro motores, cada uno en cada rueda, que de manera conjunta generan 580 CV y 1.164 Nm de par, logrando que acelere de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y permitiendo que mantenga intacta sus cualidades off road.
Y es que cada uno de estos bloques, que de manera independiente generan 145 CV, incorpora su propia caja de cambios de dos velocidades pudiendo así realizar el denominado G-TURN, es decir, que el coche gire sobre sí mismo ya sea en superficies asfaltadas como de tierra. Admás, la función G-STEERING puede ofrecer un radio de giro significativamente menor al conducir fuera de carretera.
Una de las prioridades de Mercedes-Benz ha sido que este G580 EQ mantenga las mismas aptitudes off road que el resto de Clase G. Y por ello se mantiene estable en pendientes laterales de hasta 35 grados y es propone una profundidad de vadeo de 850 milímetros, 150 150 mm más que sus homólogos de propulsión. La reductora LOW RANGE aumenta la propulsión con una relación de reducción especial, pues la función de marcha lenta todoterreno de tres velocidades es como un control de crucero para la conducción todoterreno, ya que mantiene una propulsión óptima mientras el conductor se centra en la navegación por el terreno.
Del mismo modo, genera virtualmente la función de los bloqueos de diferencial convencionales mediante una vectorización inteligente del par motor. La guinda, el G-ROAR aporta una experiencia sonora en el que además de un sonido de conducción característico y específico de la Clase G, incluye uno denominado “aura” y diversos sonidos de “evento”. Por último, equipa una batería de 116 kWh de capacidad que le permite homologar una autonomía en ciclo mixto WLTP de 473 km.****
Un comentario
galan
25/04/2024
Aparte de que esta tecnologia vaya dirigida para circular en terrenos de arena etc.
Mercedes habre una puerta, para desarrollar el sistema de poner motores en las ruedas de los electricos. Poner motores en las cuatro ruedas, consigue aumento de potencia y el ahorro en energia. Es cuestion de tiempo, que los electricos empiecen a llevar los motores en las ruedas.
Enhorabuena a Mercedes por las primeras aportaciones. Todo tiene un empiece.
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galan
25/04/2024