Las principales empresas energéticas alemanas, EON SE y RWE AG, han descartado la posibilidad de reactivar las plantas nucleares ya clausuradas en Alemania, cerrando así las puertas a la idea de una reactivación nuclear que ha cobrado fuerza en el debate político impulsado por la derecha del país. Con elecciones federales en el horizonte para febrero, la cuestión nuclear se ha convertido en un tema candente en el discurso electoral.
En abril de 2023, Alemania desconectó sus últimos reactores nucleares, culminando una decisión que había sido tomada por la entonces canciller Angela Merkel hace doce años, en respuesta al desastre nuclear de Fukushima en Japón. Aquel giro impulsó una de las transiciones energéticas más ambiciosas de Europa, en la que el país decidió priorizar energías renovables como la solar y la eólica, mientras cerraba de manera escalonada sus plantas nucleares y de carbón.
Sin embargo, con la crisis energética en Europa, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), partido liderado por Friedrich Merz, y sus aliados políticos han empezado a cuestionar esta decisión, especialmente ahora que el país también está eliminando el uso de carbón y enfrenta retrasos en su plan de construcción de plantas de gas natural.
Reactivación
El partido conservador publicó recientemente un documento que propone evaluar si sería viable técnica y financieramente reactivar las plantas nucleares, algunas de las cuales ya están en avanzado proceso de desmantelamiento.
El documento sugiere que los altos costos energéticos y la necesidad de asegurar una oferta estable de electricidad podrían justificar la reconsideración de la energía nuclear en Alemania, un país que hasta hace poco contaba con una de las mayores infraestructuras nucleares de Europa.
Respuesta de las eléctricas
Pero la respuesta de las principales eléctricas del país ha sido clara y contundente. Nadia Jakobi, directora financiera de EON, declaró en una llamada con analistas que "no vemos una forma económicamente viable de regresar a la energía nuclear en Alemania". La directiva subrayó que retomar el funcionamiento de estas plantas supondría un costo extremadamente alto, sin garantías de rentabilidad, y que el avance de las energías renovables hace cada vez menos rentable la energía nuclear.
Markus Krebber, CEO de RWE, respaldó esta posición. Durante una conferencia telefónica el miércoles, Krebber fue categórico al afirmar que es "muy, muy improbable que vayamos a reactivar las centrales nucleares". El directivo explicó que retomar la energía nuclear implicaría numerosos obstáculos, desde la falta de permisos regulatorios hasta la escasez de personal calificado en la industria nuclear, un campo en el que Alemania lleva más de una década sin invertir activamente.
Además, Krebber destacó que la expansión de las energías renovables ha creado un mercado en el que la nuclear y las renovables no conviven fácilmente. "La energía renovable está reduciendo la rentabilidad de las plantas nucleares", agregó Krebber, señalando que la competencia en costos y el foco en sostenibilidad no favorecerían una reactivación del sector nuclear.
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