Los compromisos y hojas de ruta de las empresas españolas en el camino hacia la transición energética han sido analizadas en la Jornada “Empresas y sostenibilidad energética” organizada por la Fundación Renovables.
La apertura del acto corrió a cargo de Laurence Tubiana, embajadora de Francia en la COP21, una de las principales artífices del Acuerdo del París y actual CEO en European Climate Foundation, quien explicó el punto de inflexión que supone París en las políticas de actuación contra el cambio climático ya que marca una dirección clara y ambiciosa para los gobiernos.
Tubiana apuntó que, pese a estar en una mejor condición de partida, sigue siendo necesaria una reflexión sobre los siguientes pasos a dar para “alcanzar una transformación profunda del sistema basada en la descarbonización total en 2050 y la electrificación del sistema”. Esta transformación, aseguró, debe implicar a todos los actores, más allá de las administraciones, y en ella las empresas tienen un papel fundamental. Respecto al marco español, Laurence Tubiana destacó la importancia de establecer políticas sociales y una planificación a largo plazo, así como la integración en iniciativas internacionales como la Plataforma de Descarbonización para 2050.
Domingo Jiménez Beltrán, presidente de la Fundación Renovables también coincidió en la necesidad de plantear escenarios a medio y largo plazo. Algo que, aseguró, España está evitando ya que un escenario 2030 supondría el cierre urgente de las centrales nucleares y del carbón. Beltrán hizo hincapié además en la necesidad de que los Gobiernos doten a las empresas de seguridad jurídica y predictibilidad para facilitar la implantación de acciones en pro de la transición energética. Para Teresa Ribera, Directora del IDDRI, el papel de las entidades va más allá de fijar objetivos de sostenibilidad, se trata también de generar un nuevo modelo de negocio, acorde con los nuevos escenarios que se presentan y tendiente a las emisiones cero.
Son muchas la empresas nacionales y multinacionales que ya lo han entendido así y están avanzando hacia una integración mucho mayor de las renovables, a través de la contratación de electricidad de origen renovable, pero también generando su propia energía mediante autoconsumo en sus instalaciones, como Coca Cola, Bankia o Sanitas, presentes en la jornada.
Otras como Onyx Solar apuestan por hacer de la innovación tecnológica su modelo de negocio. Estos objetivos también se están impulsando desde administraciones locales, como el Ayuntamiento de Madrid, también presente, que junto a la Fundación Renovables está desarrollando una hoja de ruta para alcanzar su autosuficiencia energética en 2030.
Sin embargo, tal y como apuntó Víctor Viñuales, vicepresidente de la Red Española del Pacto Mundial, continúa habiendo una brecha importante entre las empresas que, ante un futuro inexorablemente renovable, ponen en marcha iniciativas pioneras para acelerar esta transición y las que simplemente se limitan a cumplir con lo que les marca la legislación. “No es meritorio lo que es de obligado cumplimiento y las empresas no deben colgarse medallas por ello”, señaló.
En una última mesa de debate, Ferrovial, presentó la necesidad de reducir las emisiones a lo largo de toda la cadena de valor, no solo en operaciones propias, mediante iniciativas como “Science Based Targets”. Por su parte, Renfe y DKV Seguros expusieron sus planes de acción en eficiencia energética para reducir costes y combatir el cambio climático. Hay que tener en cuenta que el sector privado es un auténtico sumidero de energía por lo que su margen de mejora es enorme.
Desde la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética- A3e se apuntó que, alcanzar los objetivos en materia de eficiencia energética implica una reducción de intensidad del 1,6% al 2,2% anual hasta 2050 mientras que los ahorros que se identificarán gracias a las auditorías energéticas obligatorias en grandes empresas, de llevarse a cabo, implicarían tan solo una reducción del 0,6% por lo que aún queda mucho por hacer.
Al finalizar el acto, Fernando Ferrando, Vicepresidente de la Fundación Renovables recordó que la sostenibilidad es valor y también oportunidad y que los planes de sostenibilidad han de ser el origen del plan de negocio de las empresas, pero para ello deben encontrar el apoyo necesario en la Administración Central. “A día de hoy las empresas van muy por delante del Gobierno, y no debería ser así, debe ser éste quien fije las políticas de sostenibilidad y reglamentación que favorezcan el autoconsumo y la transposición de las diferentes directivas europeas”, concluyó.
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