La Cumbre de París sobre cambio climático no es solo una firma de más de 170 países. La eléctrica norteamericana AES Corporation ha advertido que este Acuerdo va a provocar un cambio en las estrategias de negocio de las grandes compañías eléctricas de todo el mundo y solo aquellas que evolucionen hacia un escenario renovable tendrán el apoyo de los inversores.
Lo dice una eléctrica que tienen detrás una red de más de 270 inversores que representan activos por valor de más de 20 billones de euros, sí, 20 billones. Por eso, IIGCC (Institutional Investors Group on Climate Change) ha publicado una guía, Investor Expectations of Electric Utility Companies: Looking down the line at carbon asset risk, que señala las amenazas a las que se enfrenta el sector de las grandes eléctricas respecto a las expectativas de los inversores, ya que, a partir de ahora, mirarán con lupa cómo estas empresas van a actuar para adaptar sus estrategias de negocio para que la temperatura media del planeta no supere los 2ºC.
El cambio climático ya es una importante cuestión para los inversores internacionales. Debido a su naturaleza intensiva en emisión de CO2, las eléctricas son de particular interés ya que, tras la liberalización de muchos mercados, suponen cientos de miles de millones de dólares en capitalización de mercado.
De hecho, el informe recoge lo que los inversores esperan que las eléctricas incluyan en su sus planes de negocio: una estrategia de descarbonización que pruebe su esfuerzo para cumplir con los acuerdos de París, una estrategia orientada al consumidor, eficiencia operativa y buena gestión de los recursos naturales, una política pública, transparencia y divulgación.
Expertos como Stephanie Pfeifer, CEO de IIGCC, explica que "con tantos países claramente comprometidos con la aplicación del Acuerdo de París, los inversores institucionales miran a las grandes compañías eléctricas con preocupación porque algunas de ellas no se están adaptando a la transición hacia una economía baja en carbono, y ya es necesario para limitar el calentamiento global por debajo de los 2°C".
La guía está diseñada para dar a conocer a las empresas eléctricas los riesgos a largo plazo y también las oportunidades de los cambios que deberán acometer para frenar el cambio climático. Por su parte, los inversores necesitan comprender que estas empresas están preparadas para la nueva dinámica del mercado que cambiará a partir de las políticas y las acciones puestas en marcha por los diferentes gobiernos nacionales para limitar el calentamiento global. La estrategia de negocio y las decisiones que se tomen en los Consejos de Administración de las empresas del sector ahora y en los próximos años determinarán su futura sostenibilidad y rentabilidad para los próximos decenios.
En definitiva, los gestores de activos y de fondos quieren saber cómo las empresas energéticas ven el futuro impacto del cambio climático sobre la demanda de energía y la fijación de precios, así como cuáles son sus planes para alinear su modelo de negocio con la reducción de los gases de efecto invernadero tal y como se ha firmado en los acuerdos internacionales vinculantes.
La guía también anima a los inversores a pedir a estas empresas que expliquen cómo va a ser la gestión de activos, como las centrales de generación de energía que ya no son rentabes, ya sea debido a la sustitución de los combustibles fósiles por renovables o como consecuencia del aumento de la escasez de agua.
Los inversores lo tienen claro. Estos riesgos no son teóricos, son una realidad a día de hoy para las grandes compañías energéticas. El cambio climático ya está provocando una transformación estructural en el sector de la energía. Los riesgos y las oportunidades creadas entorno a la transición a una economía global del carbono cero neta continuarán creciendo y el ritmo del cambio se acelerará en los próximos años. Es de vital importancia que estudien cómo va a evolucionar su actividad económica y cómo comunicarán a los inversores la viabilidad o no de su nuevo modelo de negocio influenciado por la lucha contra e cambio climático.
Joan Gil Sans
11/05/2016