Una nota interna de BusinessEurope, la principal organización empresarial europea que reúne a todas las patronales de los países miembro, ha salido a la luz y su contenido es alarmante. Presenta una estrategia de comunicación para "oponerse" a cualquier aumento en los objetivos climáticos y energéticos de la UE para 2030. En esencia presionar para que 'el paquete de invierno' no se pase de ambicioso.
Su objetivo es hacer 'lobby' antes de la próxima Conferencia climática, la COP24, prevista para principios de diciembre en Polonia.
El memorándum de BusinessEurope, con fecha 13 de septiembre, y filtrado por Greenpeace Europe, muestra cómo la mayor asociación de empresas de Europa planea "desafiar" los planes de la UE si aumenta los objetivos previstos en la lucha contra el cambio climático.
El documento se ha hecho público horas antes de celebrarse una reunión a nivel interno, y en él se señala que la posición principal del sector empresarial respecto a los compromisos climáticos de la UE deberá ser "bastante positiva, mientras siga siendo una declaración política sin consecuencias" .
Miguel Arias Cañete, comisario de Energía y Acción Climática de la UE, podría haber provocado la redacción de este ideario, al anunciar que Bruselas pretendía actualizar el objetivo de reducción de gases de efecto invernadero de la UE para 2030. Según su argumento, el nivel de ambición de la UE se había "generado de facto" después del acuerdo en las Directivas de energías renovables y de eficiencia energética de principios de junio .
"Estamos en un momento decisivo en Europa, la Comisión Europea está considerando aumentar los objetivos también porque en octubre se publicará el informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) donde se advertirá que los compromisos de París no son suficientes si queremos frenar el calentamiento del planeta", explica José Luis García Ortega, responsable de Energía de Greenpeace España.
La UE había previsto reducir sus emisiones en "al menos un 40%" para 2030 en función de los niveles de 1990, pero este objetivo se podría al 45% tras la aprobación de las Directivas, como advirtió Cañete y fue respaldado por el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker.
Juncker, en su discurso anual en el Parlamento sobre el Estado de la Unión, dijo que era "científicamente correcto" elevar los objetivos climáticos de la UE. "Las sequías de este verano son un claro recordatorio, no solo para los agricultores, de cuán importante es ese trabajo para salvaguardar el futuro de generaciones de europeos. No podemos hacer la vista gorda frente al desafío que tenemos ante nuestras narices ".
El memorándum interno de BusinessEurope recomienda "oponerse al nuevo aumento de los objetivos, utilizando los argumentos habituales" de que Europa no puede tomar medidas por sí misma, y que debería buscar igualdad de condiciones con los competidores mundiales antes de realizar cualquier movimiento. También sugiere "minimizar el problema" explicando que elevar la ambición "no es lo que más importa. La clave es persuadir a otras economías importantes para que alcancen la ambición de la UE".
BusinessEurope también recomienda "desafiar el proceso" solicitando más estudios de coste-beneficio y requiriendo "más transparencia en los cálculos".
Según han explicado fuentes internas de la CEOE a este diario, "este documento es una nota interna que no está firmado y que su único objetivo era suscitar a la reflexión para iniciar un proceso de análisis del futuro a medio y largo plazo, pero no es un posicionamiento aprobado ni de Business Europe ni de su representación en España".
Los miembros de BusinessEurope son muy conocidos, principalmente de los sectores de energía y tecnología, muchos de los cuales defienden la necesidad de una posición más fuerte en la lucha contra el cambio climático, además de todas las patronales europeas, entre ellas la CEOE.
En el listado tan solo aparecen las españolas Repsol y Telefónica, pero hay muchas multinacionales muy conocidas, como las energéticas BP Europe, EDF, Engie, ENI, Equinor, ExxonMobil, GE, Lukoil, Shell, Siemens y Total, las de automoción como BMW, Daimler, Renault, Ford y Volkswagen, o las tecnológicas como Facebook, Google, Huawei Technologies, IBM, Intel, Microsoft, Samsung y Toshiba, ademas de industriales como Alcoa y Arcelor Mittal, presentes en España.
Los gigantes tecnológicos Facebook, Google y Microsoft, que apuestan por abastecerse de energía renovable y que han enfatizado la importancia de reducir las emisiones, no han comentado esta propuesta, según publica The Guardian.
"Es alarmante lo que hemos conocido, la toma de posición de este lobby empresarial es una forma de pensar maquiavélica y cínica, cuando todos debemos remar en la misma dirección", concluye García Ortega, "es aberrante que protejan esos intereses cortoplacistas aún sabiendo que no a todas las empresas asociadas les benefician. Pero este juego sucio no es nuevo. Cuando se negociaba el Protocolo de Kyoto las empresas norteamericanas estaban pactando con las europeas para oponerse. Y ahora estamos en un momento crucial para el planeta. Debe ser Europa el que lidere ese cambio, el espejo donde puedan fijarse el resto de países del mundo".
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