Que medio país esté participando en procesiones o contemplándolas y que el otro medio ande simplemente disfrutando de sus vacaciones (o que solo aumente el trabajo en la hostelería, un sector con un consumo eléctrico muy predeterminado) rebaja sensiblemente la demanda de energía del país, particularmente el Viernes Santo, donde se registra la máxima más baja de los meses de invierno y primavera y en el que el consumo eléctrico es menor que cualquier día festivo tipo.
Esta es una de las curiosidades que revela un estudio de la comercializadora de renovables Unieléctrica, con datos históricos de Red Eléctrica de España sobre la Semana Santa 2015 (que disfrutó de un tiempo particularmente estable en casi toda la Península del 29 de marzo al 5 de abril) respecto a años precedentes (hasta el 2012) y a los días inmediatamente anteriores y posteriores a la última Semana Mayor, un completo análisis que permite determinar cómo serán estos próximos días del 2016.
Pese a que hay condiciones particulares en cada Semana Santa (la evolución de la crisis en los últimos años, la meteorología o el que la Semana Mayor se celebre antes o después del cambio al horario), existen unas sorprendentes pautas de consumo eléctrico que hablan de cómo viven los españoles estas fiestas, cuál es la actividad en cada hora, muchas curiosidades e, incluso, se llegan a desmontan algunos tópicos.
Viernes de pasión
En primer lugar, el estudio de Unieléctrica pone en evidencia la ‘pasión’ con la que se viven fechas como el Viernes Santo, con consumos en el 2015 entre los 18.719 MW (a las 5:11 horas) y 25.790 MW (a las 21:35 del 3 de abril), que es significativamente más bajo que el de cualquier día festivo, entre unos 2.000 y 3.000 MW menos en todas y cada una de las horas, por ejemplo, respecto al domingo 12 de abril del pasado año.
El mayor desplome del Viernes Santo a lo largo del día y en proporción se produce en el pico nocturno, que es la máxima más baja de los meses de invierno y primavera, algo que indica el aumento de familias que no están en esos momentos en su hogar.
Algo similar ocurre con el Sábado de Gloria respecto a un sábado ‘tipo’, incluso en mayor proporción que el Viernes Santo en algún tramo horario, como el de entre las 11 y 14 horas (25.000 MW el 4 de abril de 2015), con unos 3.700 MW menos de demanda que un sábado ‘normal’. ****
Noches fuera de casa
Esta tendencia a un menor consumo, especialmente en el pico nocturno, también se mantiene en Martes, Miércoles, Sábado y Domingo de Resurrección y sobre todo el Jueves Santo. De hecho, en este último día de la Semana Santa la demanda es donde más diferencia hay en su pico máximo, de 27.384 MW, respecto a un jueves laborable, 6.500 MW menos, y unos 1.500 MW respecto a lo habitual en los festivos de esta época. ****
El lunes Santo hay actividad
Sin embargo, capítulo aparte es el Lunes Santo. Ese día apenas baja el consumo de energía respecto a un día laborable normal, aunque sí algo por la noche al descender la actividad habitual de los hogares. Más aún: el mayor pico de consumo desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección no tiene lugar por la noche sino, sorprendentemente, como muestra el histórico de la REE y recoge en su estudio Unieléctrica, ocurre la mañana del Lunes Santo, con 32.058 MW en el 2015. Ello se debe a buen seguro a la mayor ocupación de los hogares con los pequeños sin clase, a los preparativos de vacaciones y a una actividad industrial normal respecto propia de cualquier día laborable.
El momento de menor gasto
Otro tópico que desmonta este análisis de Unieléctrica: en el Lunes de Pascua, festivo para numerosas comunidades autónomas, el consumo es enormemente inferior al del Lunes Santo, que si bien podría ser previsible extraña que la disminución del gasto energético sea equiparable a la de los días “grandes” de la Semana Santa e incluso hasta más bajo. Así, el 6 de abril de 2015 (Lunes de Pascua) hubo un desplome de la demanda respecto al Lunes Santo de entre 2.000 MW al amanecer y en el pico nocturno, y hasta de 6.000 MW en el horario de la mañana. Más aún: el suelo de demanda energética de toda la Semana Santa se da, precisamente, la madrugada del Lunes de Pascua. El año pasado fue de 18.473 MW, a las 3:56 horas. ****
'Madrugás' fuera de casa
Eso sí, el suelo de consumo eléctrico del Lunes de Pascua está a muy poca distancia, unos 200 MW, de los otros tres momentos de menor consumo: el Viernes Santo (la famosa ‘Madrugá’ sevillana, a las 5:11), Sábado de Gloria (4:57) y Domingo de Resurrección (4:50), días donde el gasto en el momento más bajo es sensiblemente menor incluso al de cualquier festivo (unos 1.500 MW menos) y entre 2.000 y 3.000 por debajo de las madrugadas del Lunes, Martes, y Miércoles Santo, lo que también da cuenta de los hábitos nocturnos de los españoles a lo largo de la Semana Santa.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios