La Comisión Europea propondrá este miércoles un plan de emergencia para coordinar la respuesta ante el riesgo de que Rusia corte totalmente el suministro de gas que incluirá objetivos de reducción del consumo para todos los Estados miembros que serán voluntarios desde este verano pero que podrán volverse obligatorios si la crisis se agravara.
Además, el plan incluirá un mecanismo para transformar este objetivo en vinculante si las medidas voluntarias no fueran suficientes y la situación así lo requiriese.
Según el último borrador al que ha tenido acceso Europa Press y que contó en primicia El Periódico de la Energía la semana pasada, el Ejecutivo comunitario plantea una reducción del 15% del consumo de gas total de cada país durante los próximos ocho meses, un objetivo común para todos los Estados miembros, aunque fuentes europeas consultadas advierten de que las cifras aún están abiertas y podrían cambiar tras la discusión del Colegio de Comisarios.
Además, el plan incluirá un mecanismo para introducir objetivos vinculantes si las medidas voluntarias no fueran suficientes y la situación así lo requiriese, aunque estos umbrales no están aún fijados en el último borrador que el miércoles llegará al Colegio de Comisarios.
Cambiar gas por otros combustibles
La propuesta del Ejecutivo comunitario instará a que se incentive a través de las ayudas de Estado que tanto la industria como las empresas de producción de electricidad cambien sus combustibles habituales por fuentes alternativas como la energía solar, la biomasa de origen sostenible o el biometano procedente de deshechos, así como el uso de oxígeno en lugar de gas en algunas instalaciones industriales.
Bruselas planteará, además, que se creen sistemas de subasta o licitación a través de los cuales los Gobiernos insten a la reducción del consumo de gas de los grandes consumidores industriales a cambio de compensaciones financieras o ahorros adicionales.
Como parte de su plan de contingencia, la Comisión Europea invitará a una reducción del consumo energético de los edificios y hogares, de tal manera que propondrá reducir un grado la temperatura del termostato o utilizar menos agua caliente.
"Estamos trabajando en todos los posibles y uno de esos escenarios, que contempla el plan de contingencia, es la posibilidad de que los flujos no se restablezcan", ha indicó el portavoz principal de la Comisión Europea, Eric Mamer, ante la prensa este martes, preguntado por los posibles cortes de suministro de Gazprom.
El peor escenario posible
Sobre este tema, el comisario de Presupuesto y Administración, Johannes Hahn, señaló este martes que Bruselas trabaja con la "hipótesis de que no vuelva a operar", según ha detallado a la prensa en Singapur.
El portavoz del Ejecutivo comunitario indicó que la Comisión Europea "está trabajando con el peor escenario posible" de cara a preparar un plan para el inverno, que implicaría que Gazprom no suministraría más gas, tras ser preguntado por los comentarios de Hahn.
La compañía gasísitica estatal rusa, Gazprom, avisó esta semana en una carta a sus clientes de que no puede garantizar el suministro de gas por circunstancias "extraordinarias", e invocó la cláusula de fuerza mayor que permite a una empresa eximirse de sus obligaciones contractuales.
La pasada semana, el gigante ruso de exportación de gas, interrumpió el suministro alegando trabajos de mantenimiento en las instalaciones del gasoducto Nord Stream 1, que conecta Alemania con Rusia a través del mar Báltico y es la conexión más importante para el flujo de gas hacia centro Europa.
Según informó la empresa rusa, el gas dejará de fluir hasta el 21 de julio aunque los funcionarios ya habían manifestado su preocupación por la posibilidad de que el suministro no llegue a restablecerse, después de que Gazprom haya ido reduciendo el flujo de gas a Europa en reiteradas ocasiones desde hace un año.
Ante este continua amenaza, la Comisión Europea ha indicado que se está preparando ante todos los posibles escenarios, especialmente los más negativos que se vincularían a que la compañía estatal rusa no reanudará el flujo de gas a partir del jueves.
Consumir menos
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció tras el último Consejo de líderes de Estado y de Gobierno la UE de finales de junio, que Bruselas presentaría un plan de emergencia para asegurar que la UE está preparada ante cortes adicionales del aprovisionamiento de gas desde Moscú, que antes del inicio del conflicto en Ucrania suponía el 40% de las importaciones de gas al mercado comunitario, según datos de Eurostat.
Ya entonces Von der Leyen lanzó un mensaje instando a los consumidores a subir dos grados el aire acondicionado en verano y bajar dos grados la calefacción en invierno. Un mensaje de restricción al consumo energético que todo apunta se plasmará en el plan de emergencia que presente el Ejecutivo comunitario.
Este plan a nivel europeo se combinará con los planes de emergencia a nivel nacional para garantizar la seguridad de suministro de gas, que incluyen los riesgos nacionales y comunes y plantean medidas ante estas eventualidades, teniendo en cuenta las circunstancias específicas de cada país europeo.
Los planes preventivos y de emergencia a nivel nacional se actualizan cada cuatro años e incluyen capítulos regionales que reflejan riesgos comunes. De hecho, en 2022 cuatro Estados miembros han actualizado sus planes de emergencia para dar respuesta a la situación geopolítica: Bélgica, Dinamarca, Suecia y Rumanía y otros doce Estados miembros lo hicieron por última vez en 2019.
En todo caso, este plan de contingencia Europeo se diferencia del plan Repower EU, que el Ejecutivo comunitario presentó el pasado mayo estableciendo una hoja de ruta para cortar por completo las importaciones de combustibles fósiles de Rusia hasta 2030 y plantea diversificar el suministro energético, impulsar las renovables así como las tecnologías de hidrógeno y de eficiencia energética.
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