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Los biocarburantes reducirían las emisiones pero los alimentos podrían estar en riesgo, dice IRENA

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El creciente uso de los vehículos eléctricos en todo el mundo está ayudando a reducir las emisiones que alteran el clima, pero algunos medios de transporte serán difíciles de electrificar, particularmente los de transporte aéreo y marítimo, dicen expertos en energía.

Para "descarbonizarlos", el mundo necesitará desarrollar y comercializar rápidamente biocombustibles, pero garantizando que no sea a costa de la producción de alimentos, dicen los autores de un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA por sus siglas en inglés).

"Con la correcta selección de la materia prima adecuada", cerca del 12% del carburante para transporte podría provenir de fuentes renovables para 2030, dijo Francisco Boshell, analista de tecnología en IRENA y uno de los autores del informe.

Estas materias primas "adecuadas" podrían ser residuos forestales como el serrín, árboles de rápido crecimiento, residuos agrícolas, algas y cultivos de "alta energía" como pastos en tierras degradadas de todo el mundo, dijo Boshell.

"Los biocarburantes juegan un papel vital en la transición global hacia una energía renovable y sostenible y -junto con los vehículos eléctricos y el aumento de las renovables en el mix de electricidad- pueden ayudarnos a alejarnos del uso del petróleo en el transporte de pasajeros", señala el informe.

Actualmente, los biocombustibles son relativamente caros en comparación con combustibles fósiles como el petróleo y el gas, pero invertir en innovación en su producción y uso podría reducir sus costes en una tercera parte en las próximas tres décadas. Para superar el problema del coste, los países deben proponer tecnologías innovadoras, elaborar políticas favorables y desarrollar modelos de negocio para incentivar la producción y rebajar los precios, añade.

Sin embargo, hay que tener cuidado para garantizar que la expansión de los biocombustibles no provoque que las tierras agrícolas pasen de producir alimentos a biocombustibles, dijo Boshell.

UN TERCIO DE LA ENERGÍA MUNDIAL

En la actualidad, el transporte representa alrededor de un tercio del consumo mundial de energía, la mitad del consumo de petróleo y una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, según el informe de IRENA.

Estas cifras podrían aumentar con el número de vehículos que se vayan incorporando a las carreteras, con una cifra prevista de hasta 2.000 millones de coches en 2030 desde los 1.200 millones de hoy, dijo.

Solamente la aviación contribuye con casi el 3% de las emisiones mundiales de CO2, un porcentaje que probablemente crecerá en el futuro a medida que las economías se desarrollen, señala el informe.

La producción actual de biocarburantes es de 1.000 millones de litros al año, apenas un 0,004% de la demanda actual de carburantes en el mundo, dicen los expertos de IRENA.

Las plantas de producción en fase de planificación o construcción podrían sumar otros 2.000 millones de litros anuales de etanol, metanol, alcohol mixto y carburantes de aviación, señalan los autores del informe.

"El ritmo de producción e inversión tendrá que aumentar exponencialmente, y los proyectos se desarrollarán más lejos, si los biocombustibles líquidos avanzados van a cumplir su potencial práctico y económico para desplazar a los combustibles fósiles", dijeron.

Estos expertos atribuyen el lento crecimiento de la inversión en biocombustibles en parte a los bajos precios del petróleo en los últimos años.

Los países europeos, norteamericanos y latinoamericanos lideran la producción de combustibles alternativos, con escasa producción de los mismos en países africanos o asiáticos salvo Japón, China y Corea del Sur, indica el informe.

LA ELECTRICIDAD SIGUE SIENDO LO MEJOR

De acuerdo con Rachel Kyte, consejera delegada de Sustainable Energy for All (Energía Sostenible para Todos), una organización que trabaja por que haya un acceso global del 100% a la energía sostenible en 2030, la mejor forma de reducir las emisiones del transporte es concentrarse en electrificarlo lo máximo posible.

Pero el transporte marítimo, la aviación, los sistemas de transporte de masas y el transporte de largo radio -todos ellos grandes contribuyentes a las emisiones globales- podrían depender de los biocarburantes para cumplir con los objetivos de reducción de CO2, dijo.

"El futuro a largo plazo para descarbonizar el sector del transporte radica en el uso de biocombustibles que sean el doble de eficientes que los combustibles ordinarios", dijo a la Fundación Thomson Reuters.

Otras formas de reducir las emisiones del transporte podrían venir de un urbanismo en el que el transporte público sea más eficiente y fomente formas no motorizadas de transporte, dijo Kyte.

Una de las preocupaciones es que hay muy pocas tecnologías en ciernes para reducir las emisiones de la aviación, en un momento en que los viajes por avión se expanden a medida que crecen economías de todo el globo, dijo Deger Saygin, que trabaja en el centro de innovación y tecnología de IRENA.

Las previsiones también apuntan a que un tercio del crecimiento en la demanda de petróleo en los próximos 10-15 años vendrá de la industria de camiones en Asia, señaló.

Fuente: Maina Waruru, traducción de Jose Elías Rodríguez; Thomson Reuters Foundation

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