Una red de gobiernos locales, fondos de pensiones, organizaciones religiosas, filantrópicas y personas con grandes fortunas que representan unos activos de 5,2 billones de dólares se han comprometido a desinvertir -en algunos casos ya lo están haciendo- en compañías de combustibles fósiles, según el informe Movimiento Global de Desinversión de los Combustibles Fósiles e Inversión en Energía Limpia realizado por la institución filantrópica Arabella Advisors para el movimiento DivestInvest.
Eso es una gran suma de dinero para un movimiento que comenzó hace cuatro años en los campus universitarios de Estados Unidos y es probable que continúe su crecimiento a medida que el mundo se esfuerza por alcanzar sus objetivos climáticos. "Está bastante claro que la trayectoria de crecimiento es enorme", dijo Ellen Dorsey, directora ejecutiva del Wallace Global Fund.
En los últimos 15 meses, los activos representados por el movimiento de desinversión en combustible fósil se han duplicado. A diciembre de 2016, existen ya 688 instituciones y 58.400 personas repartidas por un total de 76 países que se encuentran en disposición de deshacer posiciones inversoras en combustibles fósiles, según el informe de Arabella Advisors.
Entre los que están desinvirtiendo se encuentran el fondo soberano de Noruega, el gigante alemán de servicios financieros Allianz, o el Amalgamated Bank, que en septiembre se convirtió en el primer banco de Estados Unidos en desinvertir en este tipo de activos. Las empresas privadas representan 4,6 billones de dólares en activos que se están desinvirtiendo, lo que supone casi el 90% del total global.
Dorsey dijo que el Acuerdo de París, que fue suscrito el año pasado y que entró en vigor el mes pasado, aumenta las expectativas de desinversión y también envía un mensaje en el sentido de que se necesita invertir más dinero en energía limpia si el mundo quiere que las temperaturas suban por debajo del umbral de los 2 grados Celsius. Eso ha llevado a empresas que representan unos activos de 5,2 billones de dólares según recoge el informe a avanzar en una estrategia de desinversión en combustibles fósiles para invertir en energía limpia.
El año pasado, las inversiones en energía renovables establecieron un récord, al alcanzar los 288.000 millones de dólares. La cifra equivalía a alrededor del 70% de todas las inversiones en generación de energía eléctrica en todo el mundo.
"Según nos adentramos en las últimas semanas de 2016, el año más cálido de la historia, el éxito del movimiento por la desinversión es innegable", dijo May Boeve, directora ejecutiva de 350.org, una organización ecologista internacional que pretende reducir las emisiones de dióxido de carbono y prevenir el cambio climático.
Boeve indicó que, “ante los impactos cada vez más intensos del clima y gobiernos retrógrados y anti-climáticos como la administración Trump, es más importante que nunca que nuestras instituciones (especialmente en el ámbito local) den el paso para liberarse de las compañías de combustibles fósiles”.
El informe indica que las instituciones culturales lideran la transición hacia un mundo libre de combustibles fósiles. El Museo Americano de Historia Natural, con sede en Nueva York, respondió a una campaña conducida por científicos y activistas que le pedían romper sus vínculos con los combustibles fósiles revelando que ha reducido la exposición al carbón, el petróleo y el gas en sus donaciones, que alcanzan un valor de 650 millones de dólares (613,5 millones de euros), y está buscando gestores que incorporen los riesgos derivados del clima y prioricen las energías renovables.
Unos días antes de la publicación del informe, activistas del grupo Divest Nobel publicaron una carta firmada por 17 premios Nobel en todo el mundo, entre ellos el arzobispo Desmond Tutu, pidiendo a la Fundación Nobel actuar conforme al legado de Alfred Nobel y retirar las inversiones de los combustibles fósiles.
Y las noticias en este sentido se suceden. Hace unos días El Periódico de la Energía se hacía eco del anuncio realizado por el gigante tecnológico Google de que cubriría el 100% de sus necesidades de energía de fuentes renovables en 2017. La compañía ya es el mayor comprador privado de la energía renovable en el mundo, principalmente porque resulta más barata.
Y el pasado domingo, un grupo de multimillonarios liderado por el cofundador de Microsoft, Bill Gates, y en el que también se encuentra el fundador y consejero delegado de Amazon, Jeff Bezos, ha presentado este lunes un nuevo fondo de inversión dotado con más de 1.000 millones de dólares (940 millones de euros) para invertir en energías limpias.
El fondo de inversión, denominado Breakthrough Energy Ventures (BEV), indicó que financiará los descubrimientos emergentes en energías de cero emisiones que sean “fiables y asequibles”. La transición energética es un camino de no retorno que, sin duda, cuenta cada día con más adeptos.
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